madrid - Utilizando un tono altivo, abroncando por momentos a los diputados y poniendo en práctica la vieja táctica del ventilador. Así fue la comparecencia ante la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlament catalán del director de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso, que acudió a la Cámara a rendir cuentas ante los grupos parlamentarios por su entrevista con el ministro del Interior en funciones, Jorge Farnández Díaz, un encuentro en el que trataron la posibilidad de fabricar pruebas contra CDC y ERC en vísperas de la consulta soberanista celebrada el 9 de noviembre de 2014.
De Alfonso, que se presentó ante los parlamentarios como “víctima de un juicio sumarísimo”, afirmó que ha mantenido muchas reuniones en similares términos a la celebrada con Fernández Díaz y puso como ejemplo un encuentro mantenido en su despacho con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a petición de éste. “Pese a los desencuentros que habíamos tenido, me dijo que me apoyaría en todo, pero que le tenía que dar algo a cambio”, desveló De Alfonso, que espetó a los parlamentarios: “No sean hipócritas, señorías, todos se han reunido conmigo, y eso es lo que hay que hacer”. La reunión entre Daniel de Alfonso y Albert Rivera fue reconocida por la formación naranja que emitió ayer un comunicado en el que señalaba que el encuentro de su presidente con el director de la Oficina Antifraude fue para “trasladarle la necesidad de actuar de forma independiente contra la corrupción y el fraude en Catalunya”. Ciudadanos subrayaba, además, que su líder acudió a este encuentro “ejerciendo sus funciones” como presidente de su grupo parlamentario en el Parlament. La formación naranja lamentaba que un organismo que tiene como función la lucha contra la corrupción “se vea salpicado por reuniones y conversaciones” que no se corresponden con las funciones propias del Ministerio del Interior y de la Oficina Antifraude.
Pero Rivera no fue la única persona a la que se refirió De Alfonso en su comparecencia ya que aseguró que se también se había reunido con “un conseller de Interior” en los mismos términos del encuentro con el ministro del Interior.
A lo largo de toda la comparecencia, De Alfonso se presentó ante los grupos parlamentarios como una “víctima” y advirtió a los grupos políticos de que no piensa dimitir ya que a su juicio, “está en juego la pervivencia de único órgano que está poniendo en orden la corrupción en Catalunya”. En un tono altivo sentenció por ello que “nadie, ni el ministro, ni el rey, van a torcer mi voluntad por mucha mierda que me lancen”. De Alfonso insistió en que la Oficina de Antifraude no ha hecho nada ilegal y que en los cinco años al frente de esta entidad se ha reunido con cerca de un centenar de políticos de todos los partidos. “Si eso es conspirar, que tire la piedra quien está libre de pecado”, aseguró.
Revocación Tras la comparecencia, todos los grupos salvo el PP aprobaron elevar al Pleno de la Cámara la destitución de Daniel de Alfonso como director de la Oficina Antifraude de Cataluña, que se votará la próxima semana. Está previsto que la Junta de Portavoces del Parlament, el próximo martes, lo incluya en el orden del día del Pleno que se celebrará al día siguiente, el miercoles día 29, para que De Alfonso sea destituido del cargo.