madrid - La abogada de Manos Limpias en el juicio del caso Nóos, Virginia López Negrete, participó junto al presidente de Ausbanc Luis Pineda y otras personas de la asociación en una “actuación concertada” para presionar al BBVA en sus juntas de accionistas, según declararon ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz dos de los directores de comunicación del banco, Javier Ayuso e Ignacio Moliner. Fuentes jurídicas informaron de que López Negrete, que representa a la única acusación popular que acusa a la Infanta Cristina de dos delitos fiscales y reclama 8 años de cárcel, acompañó a Pineda a juntas de la entidad. En concreto, la abogada abordó en las reuniones de accionistas del banco la vinculación del jefe de Responsabilidad y Reputación Corporativa de BBVA, Antonio Ballabriga, con el caso Nóos.
López Negrete intentó sin éxito en dos ocasiones que el juez José Castro le imputara alegando que, antes de recalar en el banco, fue directivo del Instituto y director del proyecto de Juegos Europeos. La Fiscalía sospecha que esos intentos de que se le volviese a imputar en el caso Nóos pudieran responder a una estrategia de Pineda para presionar al BBVA.
El BBVA, personado en la causa que investiga si el grupo Ausbanc llevó a cabo, en coordinación con Manos Limpias, prácticas “cuanto menos intimidatorias” contra las entidades financieras para que le pagasen “cuantiosas” aportaciones económicas a cambio de no dirigir contra ellas “campañas de desprestigio” o acciones judiciales, aportará al juez las actas de las reuniones. Fuentes fiscales concretaron que investigan estos vínculos de López Negrete con Pineda para comprobar si sus lazos con la trama de extorsión y amenazas apuntan de modo indiciario a la comisión de delitos.
La abogada negó su relación “con las extorsiones de Pineda y su guerra con el BBVA”. “Es todo falso”, asegura rotundamente la abogada, quien agregó que es accionista de la entidad desde hace más de 20 años y acudió a esa reunión a título personal. “Allí coincidí con cientos de personas”, precisó respecto a la presencia en la misma junta de Pineda.
El primer director de comunicación del banco, Ayuso, relató al magistrado cómo se produjo a su llegada al puesto la ruptura de relaciones con Ausbanc, con quien existían entonces convenios que se renovaban anualmente de 260.000 euros que le abonaban para que insertara publicidad en sus revistas. El testigo, que abandonó en banco para incorporarse a la Casa Real como jefe de prensa, recordó que las cuantías abonadas eran abusivas y, además, Pineda insistía en que se incrementaran año tras año sin que el coste estuviera justificado ni por la difusión ni por la importancia de la revista de la asociación. “Tenía una gran voracidad”, confirmó Moliner, su sucesor en el puesto.
Ayuso aprovechó para acabar con los convenios suscritos que el registro de asociaciones de usuarios dio de baja a Ausbanc y un comunicado remitido por la Asociación de Periodistas de Información Económica (PIE) en la que se advertía que Ausbanc no estaba formada por profesionales del sector. Tras cerrar el grifo a Podemos comenzaron las presiones. Campañas de desprestigio en la revista de Ausbanc y también en redes sociales que se extendían a lo personal y en las que se ponía en duda la solvencia del banco y de su presidente Francisco Gonzalez.
3 millones El abogado de la infanta Miquel Roca, que también declaró ayer en la Audiencia Nacional, afirmó ante el juez que nunca consultó con la Casa Real la oferta que le hizo Manos Limpias para sacar a la infanta de Nóos por 3 millones: “Rotundamente no, mi clienta se llama Cristina de Borbón y Grecia”, respondió.
Roca ratificó la versión del presunto chantaje que ya denunció ante la Policía el 30 de marzo y explicó que él nunca se puso en contacto con nadie de Manos Limpias ni de Ausbanc para tratar la acusación de la infanta en el juicio de Nóos, que se enfrenta a una petición de 8 años de cárcel por parte de Manos Limpias.
También negó haber intentado reunirse con el juez Castro, quien comunicó a Pedraz que poco antes de imputar a la infanta por segunda vez un abogado del despacho de Roca le propuso una reunión secreta. - Efe/E.P.