VITORIA - El Gobierno Vasco ha enviado una carta informativa a los presos de ETA con la finalidad de que conozcan los procedimientos y los requisitos para acogerse a beneficios penitenciarios que les permitan suavizar las condiciones de su estancia en prisión. Hasta hace poco, acogerse a beneficios penitenciarios, como progresiones de grado y permisos de salida, había sido terreno vedado para el colectivo oficial de presos de ETA al considerar que eran salidas individuales y suponían traicionar al colectivo. La mayoría de los presos se encuentran en primer grado, en aislamiento y sin acceso a permisos de salida, o bien en segundo grado. La izquierda abertzale ha levantado el veto recientemente y ha instado a vaciar las cárceles al constatar que la solución no vendrá de una mesa de diálogo con el Estado. En cualquier caso, no existe un pronunciamiento oficial del EPPK en respuesta a esa llamada de Sortu.

La Secretaría de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, dirigida por Jonan Fernández, remitió en abril a los presos que cumplen condena en el Estado español una carta junto con un documento informativo sobre los beneficios disponibles, las progresiones de grado, los permisos de salida y la libertad condicional. En la misiva, ve necesario que se produzcan cambios en los presos, que recurran a las vías legales e individuales, y que su entorno político realice una valoración crítica del pasado a la que puedan acogerse para solicitar beneficios; también pide otras actitudes en el Gobierno español para que aplique ya las medidas que permite la ley, como el acercamiento de los presos a cárceles vascas o la liberación de los que padezcan enfermedades graves; y cree que cabe esperar que la sociedad vasca apoye las demandas de una mayor humanidad en la política aplicada a los reclusos.

Cabe recordar que el alejamiento de los presos es una medida discrecional que aplica el gobierno de turno por criterios exclusivamente políticos sin que lo recoja la ley, y que los presos gravemente enfermos pueden ser excarcelados sin que medie ningún requisito más y por cuestiones meramente humanitarias. Para el resto de cuestiones, como las progresiones de grado, la libertad condicional y los permisos, la ley exige abandonar la violencia, reparar a las víctimas y reconocer el daño causado. Fuentes del Gobierno Vasco aclaran que no es la primera vez que se dirigen por carta a los presos, sino la tercera. En la primera ocasión, les enviaron la propuesta Hitzeman, un itinerario para darles ayuda asistencial en el plano psicológico o laboral siempre y cuando mostraran su disposición a contribuir al tiempo de paz. En la segunda ocasión, les remitieron el documento Zuzen Bidean, con diez medidas aplicables con la ley vigente, y otras diez con modificaciones. Lakua ha situado los cambios en la política penitenciaria entre los ejes para normalizar la convivencia.

Existe cierta expectativa de que los presos se acojan a medidas legales, aunque fuentes conocedoras de la situación aseguran a este periódico que de momento no se ha registrado ningún movimiento.

El juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, aseguraba recientemente que hay una veintena de presos interesados pero, según esas fuentes, no se refería a que hayan pedido ya los beneficios, sino a que han solicitado información sobre su situación penitenciaria. Sí habría algún caso, sobre todo en casos de enfermedad, como el de Gorka Fraile, en el que se han llegado a solicitar beneficios.

el documento La carta de Lakua dice sobre los presos que “lo primero que ha de esperarse es que se elimine el impedimento que imposibilita a las personas presas utilizar las vías legales individuales para acceder a beneficios penitenciarios derivados de la progresión de grados y a los procesos legales de reinserción”. También ve “igualmente relevante que el entorno político de las personas presas hiciera una valoración crítica sobre las violaciones de derechos humanos provocadas en el pasado por ETA, que fuese útil a los procesos de resocialización, y a la que cada preso pudiera acogerse”. Sobre el Gobierno español, pide que articule un proceso de acercamiento de los presos, y que excarcele a los presos con enfermedades graves e incurables. Asimismo, solicita el traspaso de la competencia de prisiones a suelo vasco en cumplimiento del Estatuto de Gernika.

Sobre la sociedad vasca, cree que cabe esperar que apoye la humanización de la política penitenciaria. Defiende que el Gobierno vasco debe desarrollar políticas activas en la promoción de la reinserción social y en el impulso de políticas asistenciales como, a su juicio, está haciendo con el Plan de Paz.

‘Hitzeman’. Itinerario de reinserción donde el preso firma una declaración de entrada para mostrar su compromiso con la paz, y a partir de ahí una comisión de expertos le ofrece compromisos académicos, solidarios, institucionales o asociativos. Puede recibir ayuda psicológica o para encontrar trabajo y vivienda. Al final del proceso, debería expresar un reconocimiento autocrítico del daño causado. El Gobierno Vasco enviaría esos datos a las instituciones competentes.

‘Zuzen Bidean’. Veinte propuestas concretas para normalizar la situación penitenciaria. Diez de ellas plantean modificaciones legales, y otras diez se pueden poner en marcha sin necesidad de cambiar el marco jurídico. En ese segundo grupo se sitúan el traspaso de la competencia de prisiones a suelo vasco, la excarcelación de los presos gravemente enfermos y mayores de 70 años, o impulsar la ‘vía Nanclares’. Entre los cambios legales, se mencionaban el fin de la detención incomunicada, la reducción de la prisión provisional y la activación de herramientas para investigar y prevenir la tortura.