sevilla - Honrada como presidenta y con la idea de desmontar “con hechos” el relato de una “gran conspiración” para el fraude en la formación, Susana Díaz cerró ayer las comparecencias de la comisión de investigación, en la que tiró de aire trianero para defender a su marido: “Me he casado con un tieso, pues sí”. Durante casi tres horas estuvo la jefa del Ejecutivo andaluz respondiendo a las preguntas de los cinco grupos parlamentarios, en una declaración que vio como una “ocasión inmejorable” para defender su actuación respecto a formación desde que llegó al cargo.
Citada a las 18.00 horas, Díaz llegaba puntual a la sala de comisiones del Parlamento. Esperando para captar el momento en el que recorría los 30 metros de pasillo, más de una treintena de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, presencia que duplicaba la que el lunes hubo para los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán.
formación Aunque comenzó agradeciendo a IU su tono y el “buen clima” para desarrollar su intervención, terminó aludiendo a las “intervenciones de toda índole” a las que se enfrentó ayer, en gran medida porque las tornas giraron cuando llegó el turno del PP, casi monotématico, sobre los contratos de su marido, José María Moriche, que trabajó durante ocho años como auxiliar administrativo para UGT y para una fundación dedicada a impartir cursos, y cuya nómina aparece en un expediente de reintegro.
Díaz lo esperaba y se notó, llegó a la comisión con las nóminas de su marido, con su vida laboral y con sus contratos, los expuso e invitó a la popular Teresa Ruis Sillero a analizarlos. “No sé lo que pretende insinuar, dé un paso más, se lo digo mirándole a los ojos, lo que quiera decir lo dice”, invitaba una y otra vez la presidenta a Ruiz Sillero cuando la popular le preguntaba sobre los contratos de su marido. La defensa de Díaz a su marido, del que destacaba sus sueldos de entre 700 y 1.200 euros, era constante y terminó con una frase que causó una rápida reacción entre los numerosos periodistas que seguían la comisión: “Yo me he casado con un tieso, pues sí”.
Esa frase tampoco pasó desapercibida para los comisionados e incluso alguno como José Antonio Castro (IU) ironizaba con los 90 millones que la Junta pide de reintegro de ayudas: “A mí me parece una millonada, porque también vengo del sector tieso”.
“Aquí me tienen para lo que haga falta”, espetaba Díaz a Ciudadanos para mostrar su colaboración y su intención de que la comisión sirva para mejorar el sistema, aunque en varias ocasiones se enfrentó a los reproches de los grupos por no responder a lo que le estaban preguntando. El propio Castro ironizaba al respecto: “Gracias por responder a todas las preguntas que no le he hecho, esto parece una sesión de control pero al revés”.
La presidenta andaluza, concienciada en “aportar cierta luz” al “relato” que se hizo de lo ocurrido, que ha calificado como “esa gran farsa” que se montó un Martes Santo por parte de altos cargos del Gobierno y de líderes del PP andaluz, ha evitado en todo momento hacer “juicios de valor” y se ha ceñido “solo a los hechos”. Hija de fontanero, bromeó con que le viene “de casta” el haber mantenido la paralización de la formación en la comunidad para ver si había “fugas” o no en las tuberías del sistema, y defendió una y otra vez su decisión, que sin duda volvería a repetir. - Efe