madrid - Agotados los argumentos tras una precampaña electoral iniciada después de los comicios del pasado 20 de diciembre, los cuatro grandes partidos políticos españoles han encontrado en Venezuela un motivo de entretenimiento y, al mismo tiempo, de representación de sus diferencias ideológicas y en materia de política exterior. A un mes vista de la cita con las urnas, las formaciones políticas han echado mano de la convulsa situación que atraviesa el régimen bolivariano liderado por Nicolás Maduro para incluirlo en sus agendas, tomar partido y arrostrar al oponente su afinidad con el régimen o con la oposición, según sea el caso. Y, en algún caso, para desviar el foco de los problemas y los temas domésticos. Si en los comicios anteriores, el país invitado fue Grecia y la llegada de la Syriza de Tsipras al Gobierno heleno y su afinidad con Podemos, ahora es el régimen venezolano el que se ha colado en la precampaña.
La presencia de Venezuela en las agendas políticas e institucionales ha llegado a tal extremo que el mismo Gobierno español en funciones tuvo que salir ayer a negar que haga electoralismo por poner el foco en el país bolivariano. La vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, justificó la oportunidad de convocar una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para abordar la preocupación por la creciente inseguridad en el país caribeño, por el decreto de estado de excepción acordado por Nicolás Maduro el pasado 13 de mayo y porque es un asunto habitual de discusión durante toda la legislatura en el Consejo de Ministros.
Santamaría rechazó las acusaciones de oportunismo y electoralismo formuladas por los líderes del PSOE y Podemos. Y sobre el reciente viaje de Albert Rivera a Caracas -una semana después del que el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero realizó en clave de mediación- agradeció su apoyo a los derechos humanos, pero le lanzó un aviso en clave electoral: “Nosotros no hemos descubierto Venezuela en campaña”. La portavoz del Ejecutivo explicó que su preocupación no responde solo a que en ese país operan empresas españolas y vive la segunda colonia española más numerosa de Latinoamérica, sino también al “compromiso” del Gobierno del PP con la democracia, que “va mucho más allá de ir a votar en unas elecciones”.
La respuesta de la formación naranja no se hizo esperar y llegó por boca de su vicesecretario general, José Manuel Villegas, que aseguró que el viaje de su líder a Venezuela esta semana ha servido para que el Gobierno del PP “se haya dado cuenta de que hay un problema” en el país caribeño. Rivera participó en unas conferencias y mantuvo reuniones con los dirigentes de la oposición así como con Lilian Tintori, la esposa de otro de los líderes antichavistas, Leopoldo López. Durante su estancia realizó manifestaciones críticas con el régimen de Maduro, a quien señaló como responsable de la miseria que atraviesa Venezuela y la ausencia de libertades fundamentales. En respuesta a estas críticas, el presidente venezolano le ha caricaturizado en varias ocasiones durante los últimos días en sus peroratas televisivas.
Podemos Ciudadanos también tuvo un rifirrafe con Podemos a propósito de unas declaraciones de Rivera en las que dijo que “las dictaduras no tienen democracia, no tienen libertad, pero tienen cierta paz y orden porque todo el mundo sabe lo que hay”, en referencia a Venezuela. Ante estas palabras, la portavoz adjunta del partido morado, Irene Montero, pidió explicaciones al presidente de la formación naranja. “¿Nos aclaras esto de la paz y el orden de las dictaduras? Democracia y derechos ya para luego...”, dejó escrito en una red social, y recibió la réplica de Juan Carlos Girauta, portavoz parlamentario de C’s, que exhortó al partido de Pablo Iglesias a usar su “influencia” en el régimen bolivariano para que se libere a “los presos políticos venezolanos”. También acusó a Podemos de ser “agentes en España de una autocracia extranjera”, y además “bajo pago”, en alusión a los pagos que supuestamente hizo el Gobierno venezolano a la fundación CEPS, de la que proceden los fundadores de Podemos.
La formación de Iglesias agitó en las pasadas elecciones la cuestión venezolana como banderín de enganche de su electorado más a la izquierda, pero en los últimos meses ha bajado el perfil bolivariano y ahora son el resto de formaciones las que buscan que tome partido ante el convulso panorama económico y social que se vive en el país caribeño.
Varios dirigentes políticos e institucionales coincidieron ayer en advertir una artimaña electoral en el hecho de incluir como tema y acto de precampaña la situación de Venezuela y reprocharon al PP y Ciudadanos que desvían el foco de los problemas del país con el objetivo de buscar votos. El coordinador federal de IU, Cayo Lara, fue contundente al señalar que “si no estuviéramos en campaña, ni Albert Rivera estaría en Venezuela ni Rajoy habría convocado el Consejo de Seguridad para tratar los intereses de 200.000 españoles”.
Por su parte, la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, aseguró que está “igual de sorprendida y estupefacta que el resto de ciudadanos” al ver que se está “haciendo campaña en Venezuela, que eso sea el eje central de las noticias y que algunos de los principales candidatos estén haciendo campaña allí”.