barcelona - La asamblea nacional de la CUP aprobó ayer una enmienda en la que llama a “liberarse” del pacto de estabilidad con Junts pel Sí, que ven como una “prisión”, aunque el secretariado de los anticapitalistas aclaró que no rompen la legislatura, en la que su “compromiso” es con la Declaración del 9-N. Tras el revuelo provocado por la aprobación de esta enmienda en la asamblea nacional celebrada en Esparreguera (Barcelona), el portavoz del secretariado nacional de la CUP, Xevi Generó, aclaró que el texto “no es ninguna ruptura de la legislatura”, aunque exigió a Junts pel Sí que “se ponga las pilas” y no deje en “papel mojado” la resolución de ruptura del 9-N. “La enmienda reafirma la labor hecha por el grupo parlamentario. No es ninguna ruptura de la legislatura, se trata de empujar hacia la independencia, el proceso constituyente y el plan de choque, o sea, el despliegue de la declaración de ruptura del 9-N”, precisó Generó.

La enmienda supone un toque de atención a Junts pel Sí por la lentitud con la que, según los cuperos, se está desplegando el proceso soberanista, en el que los anticapitalistas se reafirmaron ayer en su hoja de ruta, que pasa por la resolución del 9-N, el impulso de una declaración unilateral de independencia antes del final de la legislatura, de unas elecciones constituyentes y de un referéndum unilateral de independencia. El texto aprobado, en todo caso, es contundente e indica que “a la práctica, durante estos meses, el acuerdo de estabilidad ha devenido una prisión que encorseta el proceso rupturista y anticapitalista de la CUP”.

Y, a escasos días de que el Govern presente sus cuentas de 2016, remarca que el partido no debe “entrar en ninguna dinámica que suponga avalar unos presupuestos que no se planteen la desobediencia clara y frontal” a cuestiones fijadas por el Estado.

El texto indica que la CUP debe “ampliar la base del independentismo por la izquierda” y, para ello, debe tener “las manos libres para hacer oposición dura al Govern”, en la medida que éste no apueste “por la ruptura democrática” y siga con las políticas de recortes.

Según la enmienda, el “acuerdo de estabilidad parlamentaria con JxSí supone un obstáculo” para los objetivos de la CUP, por lo que el partido “se debe liberar para poder ejercer su función de dinamizador de la ruptura independentista y de una alternativa a las políticas autonomistas, del neoliberalismo y del patriarcado”.

El texto también alerta de que el proceso independentista se encuentra “atrapado entre las pantallas de un proceso que parece que no vaya a culminar nunca” y en un momento de “baja movilización” ciudadana, salvo en la Diada del 11 de septiembre.

La enmienda critica que JxSí haya “rebajado el valor” de la declaración de inicio del proceso de independencia del pasado 9 de noviembre, así como de su anexo, hasta el punto de situarlos como “acciones simbólicas”.

En una velada crítica a Junts pel Sí, Generó afirmado que los que han dejado en “papel mojado” la resolución del 9-N, que entre otros aspectos instaba a desobedecer las resoluciones del Tribunal Constitucional, no han sido los diputados de la CUP. Por este motivo, el texto aprobado ayer por la asamblea de la CUP apela por llevar la autonomía “al límite”, forzando la celebración de “un referendo unilateral sobre la independencia”, y rechaza concesiones al “autonomismo” y a los recortes, al tiempo que sitúa la desobediencia “en el centro de la actividad política e institucional”, dado que “sin ruptura no es posible el proceso constituyente”. - Efe