madrid - Durante las últimas horas han expresado visiones opuestas, pero confían en que el proceso siga su curso hasta alcanzar un acuerdo inminente. Inmersos en unas complejas conversaciones, IU y Podemos difirieron ayer sobre las cuotas de diputados que una parte y otra dispondrá en la eventual lista electoral conjunta que concurrirá el 26-J. Ofertas y contraofertas se han entrelazaron ayer en medio del ruido mediático, si bien todo indica que la confluencia de izquierdas salvará el escollo de colocar los nombres en unos puestos de salida en los que tanto los representantes del partido de Pablo Iglesias como los de Alberto Garzón estén más cómodos. Estos últimos fijaron una cuota de 8 a 12 escaños seguros en el Congreso para acelerar la negociación.

Más que en las cifras -en las que también han aflorado algunas divergencias-, el debate se centró en la ubicación que tendrá cada uno de los participantes de la alianza. No es lo mismo asegurarse unos puestos de salida en circunscripciones electorales con garantía de éxito -como es el caso de Madrid- que en otras donde las posibilidades son menores. E IU apela a esa horquilla de 8 a 12 diputados, lo que le daría un acceso sencillo no solo al Congreso, sino a aprovecharse de las ventajas de conformar un grupo propio, por ser una cifra extrapolada de los votos cosechados por ambos en las pasadas elecciones del 20 de diciembre. La formación morada todavía no ha contestado a esa propuesta concreta -sí lo hizo a una anterior por parte de su secretario de Organización y responsable en las conversaciones, Pablo Echenique-, pero lo cierto es que lo que era tildado de inconveniente “secundario” en el proceso negociador apenas un día antes -Garzón dixit-, y que en ningún caso incluye la representatividad de las confluencias ya tejidas en Catalunya, Comunidad Valenciana y Galicia, ha tornado en escollo por ahora no salvado. El plazo máximo para certificar el matrimonio electoral es el viernes próximo, 13 de mayo.

nueva consulta Otro de los aspectos solventados en el Consejo Federal de IU de ayer fue la celebración de una nueva consulta a la militancia para dar carta de naturaleza al pacto con Podemos. Ya lo hicieron anteriormente, pero el sector crítico del partido instó a realizarlo bajo el pretexto de que algunos de los puntos aún no habían sido cerrados. Y no serían baladíes, ya que versarían sobre la visibilidad de las siglas o los recursos y las características de la propia campaña, además de las modificaciones que podrían darse a última hora. Reticentes en la cúpula, sin embargo el partido abogó por tirar por la calle de en medio para optar por una nueva consulta. Inicialmente se efectuaría pocos días antes del límite marcado por la normativa electoral: 10 y 11 de junio, martes y miércoles, coincidiendo además con la convocatoria para preguntar a sus base que efectuará Podemos.

Sea como fuere la negociación avanzaría a buen ritmo. Los llamamientos a la calma efectuados por ambas partes al menos traslada esa sensación. Incluso se barrunta que IU, que juega la partida con unas cartas mejores por las buenas perspectivas electorales que le brindan las encuestas, estaría cerca de dar el sí de forma inminente. Desde el otro bando también se realizó un llamamiento al optimismo. Fue el caso de Echenique, quien vaticinó que las conversaciones llegaran a buen puerto mañana mismo. Están “más cerca que nunca”, afirmó, pese al “traspié” generado por la falta de entendimiento mutuo durante las últimas horas.