MADRID - Una vez que Podemos e IU han mostrado su voluntad de sellar una alianza electoral para las elecciones generales del 26 de junio, si es que se celebran, ambas formaciones inician la tormenta de ideas para plasmar las buenas intenciones en un acuerdo cerrado. Tres son las dificultades que deberán de afrontar y superar si quieren evitar que la iniciativa se pierda por el sumidero: acordar el formato jurídico de la alianza; elaborar las listas electorales -dando por descontado que algunos miembros relevantes de la formación morada perderán posiciones en las listas, lo que pondrá en riesgo que repitan como parlamentarios-; y buscar una fórmula para evitar la sopa de letras en la denominación de la candidatura, pero al mismo tiempo sin que ninguno de los dos pierda su identidad.
Si las dos primeras tienen su complejidad, la tercera presenta una complicación mayor, ya que nadie quiere perder o difuminar su tarjeta de presentación ante su electorado y la opinión pública. De hecho, el fundador y exdirigente de Podemos Juan Carlos Monedero dijo ayer que el partido morado no puede perder el nombre en la candidatura porque es “la referencia” que ha permitido atraer cinco millones de votos, “la nave nodriza” para el cambio. “Podemos tiene que estar porque si no la gente no sabría qué está votando”, explicó.
En las últimas fechas ya han salido a la palestra algunas posibilidades sobre la marca con la que Podemos e IU podrían confluir. Una de ellas giraba en torno a Unidad Popular (UP), siglas con las que el partido de Garzón concurrió el 20-D. Monedero abogó ayer por la fórmula Podemos En Común para que su partido se presente junto con IU, Equo u otras formaciones. En este sentido, opinó que “nadie, ni Alberto [Garzón], va a primar ningún tipo de identidad de partido por encima de lo que reclama la ciudadanía”.
La decisión de confluir está tomada, pero formalmente no se pondrán manos a la obra hasta que no se confirme la semana que viene el fracaso de las negociaciones para una investidura y el rey convoque unas nuevas elecciones . Así lo aseguró el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, que reconoció que en sus contactos exploratorios con IU aún no ha llegado a “nada concreto”. Añadió que en las conversaciones con Garzón, no han definido “ningún tipo de condiciones porque no sería la mejor manera de intentar llegar a un acuerdo”. El número tres de Podemos ve “voluntad real” por ambas partes, pero dentro de IU, el sector minoritario liderado por Gaspar Llamazares insistió en su oposición a la alianza y señaló que sería “un mal negocio” para su formación.