MADRID - La jueza de vigilancia penitenciaria del Juzgado número 3 de Madrid concedió ayer el tercer grado penitenciario al expresidente del PP de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, que entró en la cárcel de Aranjuez en diciembre de 2014 para cumplir una condena de cuatro años por fraude fiscal. La magistrada esgrime argumentos como su “medio-bajo” riesgo de reincidencia, su evolución favorable en prisión, el abono de la mayor parte de la responsabilidad civil o su avanzada edad. Su decisión, sin embargo, se produjo en contra del criterio de la Fiscalía, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y la Junta de Tratamiento de la prisión.
De aplicación inmediata aún siendo un dictamen recurrible, la próxima Junta de Tratamiento deberá decidir en qué régimen cumple el tercer grado como paso previo a la concesión de la libertad condicional a la que el expresidente castellonense del PP -que estuvo en el cargo de 1995 a 2012- podrá acceder en los próximos meses. Por ahora tan solo deberá acudir a dormir a la cárcel. Fabra fue sentenciado por no haber declarado 3,3 millones de euros cuyo origen no consiguió justificar.
Fabra, de 70 años y que llevó las riendas del PP de Castellón durante más de dos décadas, trató de evitar por todos los medios su entrada en prisión, incluso con la presentación de un indulto. No lo consiguió, como tampoco impedir que su nombre estuviera de permanente actualidad cuando los primeros casos de corrupción estallaron con la Comunidad Valenciana como epicentro. Al principio arropado por los principales líderes del partido a nivel estatal -Mariano Rajoy lo tildó de “político y ciudadano ejemplar”-, terminó defenestrado aunque no se dio de baja hasta noviembre de 2013, cuando conoció su condena. - DNA/Efe