madrid - “Moderadamente optimista” con el resultado que pueda arrojar la reunión que Podemos mantendrá esta semana con Ciudadanos y PSOE, el número dos de la formación morada, Iñigo Errejón, continúa viendo la botella medio llena en la búsqueda de consensos que desactive la ingobernabilidad a la que el Estado parece haberse. Con puntos en común para explorar acuerdos “en una semana decisiva” que podría tender puentes entre los tres partidos, el optimismo de Errejón contrasta con las voces autorizadas de uno y otro bando que ayer pusieron en solfa las diferencias que les mantienen en la casilla de salida y que, por ahora, haría imposible tejer un acuerdo de corte programático. Tanto el nuevo secretario de Organización de la formación asamblearia, Pablo Echenique, como el vicesecretario general de C’s, José Manuel Villegas, enfriaron la posibilidad de un Ejecutivo a tres.

Ciudadanos y Podemos siguen fijándose en aquello que les podría unir, pero ninguno dará su brazo a torcer en las diferentes sumas de fuerzas que propugnan para la gobernabilidad. Todo ello a pesar de que Errejón, una voz autorizada en la formación asamblearia aunque no tenga silla en el proceso negociador, vaticina que “las posibilidades de acuerdo, siendo muy prudente, son mejores”. “Hay condiciones para un acuerdo que permita un gobierno de cambio que incluya a muchos, pero que vaya en una sola dirección, no en dos o cuatro a la vez, porque eso sería solucionar una investidura sin solucionar el gobierno”. Antes que nada habrá que generar “garantías” para que las dos fuerzas puedan acercar posturas pese a la lejanía ideológica que les separa, dejando de lado las líneas rojas y centrándose en ámbitos que podrían compartir. Sería el caso de las medidas para la regeneración democrática, si bien ese cauce al entendimiento podría chocar de bruces con otros apartados como las política económica, social o territorial. “Nos podemos entender en general en un proyecto de avance” para después proseguir con los pactos “en el Parlamento”, citó.

Sin saberse todavía si Errejón será un mero espectador de las negociaciones, su secretario de Organización enfrió las posibilidades de éxito al asegurar que “todo el mundo se ha dado cuenta de que un Gobierno PSOE-Podemos-Ciudadanos es una quimera, son fuegos artificiales que no conducen a nada viable”. Pablo Echenique asumió que esa salida a la ingobernabilidad es inasumible por “los números, las diferencias programáticas y el señor Rivera”, y reclamó que los socialistas vuelvan a la senda de la acumulación de fuerzas de la izquierda negociar “con una fuerza política como Podemos, que sobre el papel tiene muchas más coincidencias programáticas en lo económico con el PSOE que las que tiene este último con Ciudadanos”. Precisamente el bando contrario refrendó ayer esa tesis. Con un pacto firmado con Sánchez que no cambiarán ni una coma, el vicesecretario general de la formación naranja, José Manuel Villegas, los “principios irrenunciables” dificultan un encuentro a tres que sigue pendiente de confirmación.