madrid - La vicepresidenta en funciones del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, lo había anunciado en una carta enviada al presidente del Congreso de los Diputados: el Ejecutivo de Mariano Rajoy no se iba a someter al control de los grupos parlamentarios al considerar que al estar en funciones no debe rendir cuentas a una Cámara que no le ha otorgado su confianza. Y la advertencia se cumplió ayer cuando el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, no se presentó ante la Comisión de Defensa donde debía comparecer para dar cuenta de los acuerdos alcanzados en la última cumbre de la OTAN. Tras un debate de algo más de una hora, la Comisión elevó acta de la ausencia de Morenés para trasladara a la Mesa y Junta de Portavoces al objeto de que tomen una decisión al respecto, según aclaró el presidente de la Comisión, José María Barreda.
Ahora serán los grupos parlamentarios quienes en la próxima Junta de Portavoces, prevista en un principio para el 29 de marzo, elevan a pleno la solicitud para que se presente un recurso por conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional, como propone el PSOE y respalda Ciudadanos. Otros grupos, por su parte, también plantean la posibilidad de solicitar la reprobación de los ministros que se nieguen a acudir al Congreso.
Para evitar “una guerra institucional”, el presidente de Congreso, Patxi López, anunció que tratará de hablar hoy con el Gobierno, en concreto con el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, para “convencerle” de que debe someterse al control parlamentario, aunque esté en funciones. “Mi obligación es insistir, soy incansable al diálogo”, subrayó López. Sin embargo, Ayllón insistió ayer en que Morenés no tiene ninguna “responsabilidad”, y reiteró que su ausencia “no un acto de voluntad sino de respeto de la ley por parte del Gobierno”. “Ahora los grupos pueden estudiar las opciones que quieran”, apostilló. - DNA