Pontevedra - Aunque nació en Santiago de Compostela, Mariano Rajoy se siente pontevedrés y ayer volvió a la que considera su ciudad para darse un baño de autoestima. Fue en Pontevedra donde el presidente del PP fue agredido en plena campaña electoral y es Pontevedra donde, por decisión de la corporación municipal, está considerado persona non grata tras conceder una prórroga a la papelera Ence.

Rajoy aprovechó su discurso en el XVII congreso del PP de Pontevedra para agradecer la “lealtad” y el “apoyo” recibido, antes de afirmar que conseguirá que le retiren la declaración de persona non grata en su ciudad. “Muchísimas gracias a todos; soy pontevedrés y voy a conseguir que esta condecoración, que con tan poca generosidad tuvieron a bien concederme, me la retiren”, sentenció. “Os agradezco de corazón vuestro apoyo; a vosotros y a otros que no están aquí. Me considero pontevedrés, soy de Pontevedra, y estoy orgulloso y feliz. Estudié en el Sánchez Cantón, ahí al lado, aquí me he casado, aquí voy a vivir y a morir dentro de muchísimos años”, proclamó en un momento en que, además, su figura se cuestiona a nivel interno y está sometida igualmente al más profundo aislamiento político en el Congreso. En algunos ámbitos le piden que dé paso a un candidato del PP que pueda suscitar mayor consenso.

Rajoy se reafirmó en defender las ventajas que tendría un gobierno de coalición con PSOE y Ciudadanos, al tiempo que lanzó una advertencia: “el PP no propiciará de ninguna manera que quien haya perdido sea presidente”. También llamó a los suyos a mantener la unidad interna. “No podemos olvidar lo que somos, somos el primer partido de España y las decisiones de 800.000 afiliados las toma la organización más grande de España y no las toman otros por nosotros”, sentenció, al tiempo que defendió que “el gobierno debe presidirlo quien ganó siempre”. “Como ocurre -apostilló- desde 1977, porque democracia significa muchas cosas, pero sobre todo que la gente elige con su voto a quien quiere que le gobierne”.

Según Rajoy, las “razones” que sustentan su posición están “muy claras” ya que PP, PSOE y Ciudadanos coinciden en lo fundamental: igualdad entre los españoles, soberanía nacional y unas posturas similares sobre el proceso europeo. “Trabajamos juntos contra el terrorismo”, añadió, antes de incidir en que una coalición de estas características lanzaría un mensaje muy positivo a los mercados. “Esta coalición es la que gobierna en 15 países europeos”, aseveró. El líder del PP aseguró que enfrente solo ve “una alternativa”, la de un gobierno de PSOE, mareas y partidos nacionalistas. “Y eso es malo para España, para la unidad de España, para los españoles y para la economía de 46 millones de personas”, sentenció.

llamamiento a la unidad Después de que a lo largo de esta semana hayan aparecido algunas voces dentro del PP que reclamaban que diera un paso al lado, el líder de la formación de Génova aseguró que lo importante para el PP es mantener la unidad y preservar su independencia, recalcando que la primera organización política de España toma sus propias decisiones y no las toman otros por ellos. El presidente español en funciones realizó un repaso de todo lo sucedido desde las elecciones generales y aseguró que la obligación del PP es intentar buscar un acuerdo con una propuesta que, según señaló, “se entiende muy bien, es razonable, sensata, moderada y, sobre todo, democrática”. Una propuesta que consiste en un gobierno presidido por el PP como partido más votado y que cuente con el apoyo del PSOE y, en referencia a Ciudadanos, de “cualquier otra fuerza que tenga ganas e ilusión de trabajar por España”. Tras lamentar que Pedro Sánchez se haya negado a hablar con el PP, se preguntó cómo puede pretender gobernar contra un partido con mayoría absoluta en el Senado. - Efe