madrid - La declaración de la infanta Cristina el jueves en el juicio del caso Nóos ha avivado de nuevo el debate sobre su renuncia a los derechos de sucesión al trono y ha generado confusión respecto de su condición real en la actualidad. La hermana de Felipe VI ya no es miembro de la Familia Real. Dejó de serlo el mismo día de la proclamación de su hermano como monarca, al igual de lo que ocurrió con la infanta Elena. Una y otra son hoy familia del rey, pero no Familia Real. Tienen la misma condición que tenían las hermanas de Juan Carlos I, Pilar y Margarita, durante su reinado.
Por eso mismo, las infantas Elena y Cristina no tienen un perfil propio en la web de la Casa Real, aunque siguen apareciendo en el histórico de noticias que hacen referencia al reinado de Juan Carlos I. Felipe VI ha dejado la puerta abierta a encargar alguna tarea de representación institucional a su hermana Elena, pero en esos casos puntuales ella no cobraría remuneración alguna por ello.
Con la proclamación de su hermano como monarca, las infantas Elena y Cristina ascendieron un puesto en la línea de sucesión a la Corona. Cristina de Borbón es la sexta en la línea sucesoria, por detrás de la princesa de Asturias, la infanta Sofía, la infanta Elena y los dos hijos de ésta. A pesar de que hasta el rey Juan Carlos le ha pedido a su hija Cristina, vía un intermediario, la renuncia a sus derechos dinásticos, ella no ha dado ese paso. Y desde la Casa del Rey no dejan de repetir que esa renuncia le corresponde en exclusiva a ella.
título de duquesa de palma Lo que sí pudo hacer Felipe VI, y así hizo, fue despojar a su hermana del título de duquesa de Palma, que le había otorgado Juan Carlos I con motivo de su enlace con Iñaki Urdangarin. A apenas unos días de cumplir su primer aniversario como Rey, Felipe VI firmó un real decreto revocando la concesión del título a la infanta, lo que dio lugar a un enfrentamiento entre los dos hermanos que escenificaron Zarzuela y los abogados de la infanta en un cruce de comunicados.
En un intento de protegerse, la Infanta contradijo la versión de Zarzuela y aseguró que fue ella la que renunció en una carta a seguir usando el título de duquesa de Palma, que por extensión tenía también su marido. La Casa del Rey se vio obligada entonces a precisar que esa carta llegó después de que Felipe VI comunicara a la infanta su decisión de retirarle ese honor, unas horas antes de hacer público el decreto. Lo que nadie podrá arrebatarle a Cristina de Borbón es su condición de infanta, que tiene simplemente por ser hija de rey.
Entre la Corona e Iñaki Urdangarin la infanta Cristina siempre ha elegido a su marido y se ha mantenido fiel a esa decisión que tuvo mucho que ver en la abdicación de Juan Carlos I. Así, el jueves, ante el tribunal, como hizo antes también ante su familia y ante la institución que representaba, defendió hasta el final al jugador de balonmano con el que se casó en 1997 tras un noviazgo fugaz.
Cristina de Borbón fue apartada de la vida oficial de la familia real en diciembre de 2011, cuando fue imputado su marido, y jamás quiso entender ni aprobar esa decisión. Al revés, pasó por encima de ella en varias ocasiones porque siempre interpretó que el aislamiento equivalía a una condena por adelantado. - E.P./DNA
PSOE. El secretario de Organización del PSOE, César Luena, señaló que la infanta Cristina debería haber abandonado ya su papel dentro de la Casa Real.
UGT. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, señaló que el hecho de que la infanta se mostrara ajena a los asuntos económicos de su marido no es lo que se espera “no ya de una princesa, sino de una mujer de su edad. Se correspondía más con una imagen de los años cincuenta”, señaló.
La defensa de la infanta aclara que los 587.413 euros que consignó ante el juzgado incluyen también la responsabilidad civil solicitada por el Govern balear, además de las reclamadas por la Fiscalía y la Abogacía del Estado.