París - El expresidente francés y actual líder de la oposición, Nicolas Sarkozy, fue imputado ayer por financiación ilegal de su campaña electoral de 2012, en la que se sobrepasó el gasto máximo fijado por la ley. Al término de un interrogatorio que se prolongó durante casi doce horas, el político conservador fue declarado además “testigo asistido”, una figura a medio camino entre la imputación y el simple testigo, por los cargos de fraude y abuso de confianza.
El político conservador llegó ante la Justicia poco después de las 08.40 hora local y respondió durante todo el día de ayer a las preguntas de los jueces. Sarkozy compareció ante la justicia por el caso Bygmalion, escándalo que debe su nombre a una empresa que emitió falsas facturas por unos 18,5 millones de euros para que la Unión por un Movimiento Popular (UMP) asumiera gastos que en verdad correspondían a la campaña.
Los jueces de la sección financiera del Tribunal de Gran Instancia de París trataban de aclarar ayer el papel que pudo tener el expresidente francés en la elaboración de las facturas falsas, que corrieron a cargo de la agencia de comunicación Bygmalion.
Por ahora hay trece imputados en esta causa, entre ellos los dirigentes de Bygmalion, pero también varios del partido del antiguo jefe del Estado galo, en concreto el ex director general Eric Cesari y los dos responsables de la campaña, Guillaume Lambert y Jérôme Lavrilleux, quien ha reconocido su participación en la trama. - Efe