SEVILLA. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha dicho hoy, tras la dimisión de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, que parece que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, "está acabado" y que "en su propio partido lo quieren sacar a empujones".
Preguntada por los periodistas por la dimisión de Aguirre, Susana Díaz ha señalado que "ya era hora" y ha añadido que "se va igual que llegó" a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, en referencia al caso de los tránsfugas socialistas Eduardo Tamayo y María José Sáez
Sobre si la dimisión de Aguirre va a provocar la de Rajoy, la presidenta andaluza ha dicho: "Creo que Rajoy es el único que no se ha dado cuenta que está acabado y en su propio partido parece que lo quieren sacar a empujones; él sabrá lo que tiene que hacer ya, pero creo que va tarde".
Susana Díaz ha hecho estas declaraciones antes de presentar, en un desayuno informativo en Sevilla, al presidente del Parlamento de Andalucía, Juan Pablo Durán.
Posteriormente, en el coloquio del desayuno informativo, la presidenta se ha referido de nuevo a la situación de Rajoy para sostener que si no es presidente es porque "no le salen los números y no le salen los números porque perdió" en Andalucía.
"Rajoy es el último que se quiere enterar de que ya está amortizado en este país y de que es un lastre incluso para los suyos", ha sostenido, al tiempo que ha criticado que a muchos dirigentes del PP les "falta valentía" para decirle que "se ha acabado, que se tendría que haber marchado después de las elecciones".
Sobre las negociaciones para el futuro Gobierno, Díaz ha esgrimido que lo mejor que le podría pasar a España en estos momentos es que Pedro Sánchez pueda formar un gobierno estable con un proyecto reformista que garantice la unidad de España.
"Hay que garantizar también los derechos de los ciudadanos por encima de todo. Para mí lo primero es Andalucía y España, y después el partido, por eso quiero que ese gobierno sea posible en esos términos", ha precisado.
La dirigente socialista andaluza ha abogado por el "café para todos, por la unidad del país y los derechos", ya que en su opinión en estos cuatro últimos años se "han quedado en el camino demasiados derechos".
Además, ha detallado que para ayudar ese objetivo está manteniendo una actitud de "prudencia y respeto, de arrimar el hombro" a los dirigentes del PSOE que están negociando.
"Si el acuerdo no es posible y no se pone el interés del país por delante de los de partido, serán los ciudadanos los que tomen la palabra en la urnas", ha concluido.