BILBAO - Mariano Rajoy agradeció la ausencia de Rita Barberá por lo comprometida que habría sido la fotografía para los intereses del PP. Pero su ejercicio de escapismo resultó curioso cuando, a su llegada al Senado, los periodistas le preguntaron sobre si la situación no empieza a ser insostenible. Primero, no respondió; y al terminar la reunión con sus parlamentarios y ser cuestionado de nuevo acerca de este asunto, el presidente en funciones se limitó a decir: “Buenos días”.
Durante su discurso ante el Grupo Popular del Senado sí que hizo una breve mención a la lucha contra la corrupción, incluyendo por primera vez este asunto entre los “cinco grandes objetivos” de la legislatura. El resto atañe a la defensa de la nación española, crear empleo, mejorar los grandes pilares del Estado del Bienestar y hacer frente a la amenaza del terrorismo yihadista. A renglón seguido fue cuando señaló que el quinto objetivo “tiene que ser la lucha contra la corrupción”. “Hemos tomado muchas decisiones a lo largo de esta legislatura y permitido que los tribunales, la Fiscalía y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad actúen, y que las cosas se conozcan”, se jactó después de que hace escasas fechas advirtiera de que en este ámbito no se pasaría “ni una más”. En este sentido, recalcó que el PP ha tomado decisiones “muy duras” desde el punto de vista interno. “Pero estamos dispuestos a considerar cualquier planteamiento o idea que alguien de buena fe quiera hacer”, zanjó.
En este contexto, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, reiteró que él cree que “sería muy generoso” que Rita Barberá “diera un paso atrás”, para así evitar que se hable de ella y en cambio sí se hable de varios casos que afectan a los socialistas y a otros partidos, precisando que sobre ella no pesa ninguna imputación ni “sombra de sospecha judicial”. - I.S.M.