vitoria - El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, expresó ayer la “preocupación” del ejecutivo por la posible presencia en la CAV de personas vinculadas con el Estado Islámico (EI), al tiempo que afirmó que la Ertzaintza desconocía la relación directa que mantenían con este grupo terrorista las dos personas detenidas por la Policía Nacional el pasado viernes en Donostia. Toda vez que los arrestados, M. M., de 24 años y nacionalidad marroquí, y M. C. P, de 32 años y vecino de Zumarraga, cumplían condena en la prisión de Martutene en régimen de tercer grado o semilibertad, ambos dependían de Instituciones Penitenciarias, ya que la competencia de prisiones es del Estado español.
La Policía vasca tenía conocimiento de que uno de los arrestados mostraba “interés” por páginas de internet “relacionadas con el yihadismo y el islamismo radical”. No obstante, tal y como precisó Erkoreka en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, esta información “no ilustraba de manera fehaciente” que esta persona “estuviera involucrada o firmemente implicada en esos movimientos”. Afirmó por ello en respuesta a los periodistas que la Er-tzaintza carecía de datos que le hicieran tener una “sospecha fundada” de que “pudiera estar militando en el yihadismo violento”.
No obstante, subrayó que este tipo de terrorismo es un fenómeno “global”, por lo que el riesgo de atentados puede hacerse realidad en cualquier territorio. El también consejero de Justicia hizo por ello hincapié en la importancia de la coordinación entre policías y subrayó que el Gobierno Vasco está “plenamente implicado en el mantenimiento de esos mecanismos”. “Estamos compartiendo la información de la que disponemos y recibiendo con responsabilidad aquella que se nos suministra”, dijo, e insistió en el compromiso del gabinete de Iñigo Urkullu con la cooperación entre todos los cuerpos policiales.
La Policía Nacional detuvo el pasado viernes en Donostia a dos personas que se encontraban en situación de tercer grado penitenciario por delitos comunes, acusados de colaboración con organización terrorista y de enaltecer la actividad del Estado Islámico. Una actividad que, al parecer, llevaban a cabo aprovechando sus permisos penitenciarios. La Policía los detuvo al detectar que el principal investigado, de nacionalidad marroquí, publicó en las redes sociales un vídeo en el que quemaba su pasaporte, lo que los especialistas interpretan como un gesto de adhesión a Daesh.
Fotos dentro de comisaría “El Gobierno Vasco hace lo que puede a través de los recursos policiales de los que dispone”, aseveró ayer Josu Erkoreka, quien añadió que el hecho de que uno de los detenidos tuviera una foto tomada dentro de una comisaría de la Ertzaintza no preocupa especialmente al Ejecutivo de Gasteiz. “La preocupación radica en el hecho de que haya personas vinculadas con el terrorismo yihadista”, indicó. Dicha imagen había sido subida a una red social, por lo que era de dominio público.
Los especialistas de la Policía española comenzaron a seguir la pista al preso marroquí tras detectar que realizaba reuniones sospechosas con grupos reducidos de jóvenes en bares o bajeras de Errenteria, en las que supuestamente les adoctrinaba en los postulados del terrorismo yihadista. Los dos detenidos también compartían contenidos de propaganda y enaltecimiento de las actividades del Estado Islámico.