parís - Francia rindió ayer un homenaje sobrio y emocionado a las 130 víctimas y más de 350 heridos en los atentados del pasado día 13, representantes de una generación que, según el presidente galo, François Hollande, simboliza la esencia del país. “Los fallecidos encarnaban nuestros valores y nuestro deber es, más que nunca, conservarlos. No cederemos al miedo ni al odio”, subrayó Hollande en el patio del palacio de los Inválidos, donde se congregaron cerca de 2.000 personas.

Dos voces anónimas recitaron los nombres y edades de las 130 víctimas mortales, cuyos rostros habían desfilado antes por una gran pantalla. Fue uno de los momentos más emotivos entre las familias y heridos, algunos con muletas y en sillas de ruedas, que se concentraban en la tribuna. Junto a ellos, el equipo de Gobierno al completo, miembros de la las Fuerzas del Orden y de los servicios de emergencia que trabajaron en la noche de los hechos y algún representante de la sociedad civil.

Tras un minuto de silencio, roto por los acordes del violonchelo de Edgar Moreau interpretando a Bach, Hollande se refirió en un discurso solemne a la juventud golpeada por los ataques, ya que el 60% de las víctimas tenía menos de 35 años, la edad media de todas ellas.

víctimas de una generación Las víctimas son parte de una generación que ha sufrido una “iniciación terrible a la dureza del mundo”, pero que “vivirá plenamente en nombre de los muertos”, y a la que el presidente de la República cedió con sus palabras el testigo.

Una generación en la que se reconoce Karinne, de 42 años, herida de bala en la espalda mientras cenaba en el restaurante Le Carillon junto a su pareja, que la acompañó a la ceremonia. “La formamos (la generación) no solo los que estábamos allí, sino también los que no estaban”, explicó. A pesar de su rabia por los ataques yihadistas, durante el evento dijo haber sentido “mucha paz”. También resultó herida, pero durante la evacuación del Estadio de Francia, el primer escenario de la oleada de atentados, Katherine Orsenne, que aseguró que “reunirse todos es una parte importante del duelo”.

acto patriótico Los colores azul, blanco y rojo de la bandera nacional marcaron un acto que abrió y cerró el himno de La Marsellesa, en sintonía con los valores patriotas evocados por el presidente. La enseña francesa ondeó también en algunas ventanas y, sobre todo, en edificios oficiales, como Hollande había pedido a los ciudadanos que no tuvieron acceso al recinto oficial y algunos de los cuales optaron por unirse al homenaje desde el exterior. Sonaron también las notas de Quand on n’a que l’amour, de Jacques Brel, y Perlimpinpin de Barbara, ambos figuras míticas de la canción francófona.

Las letras fueron interpretadas por las populares cantantes Nolwenn Leroy, Camelia Jordana y Yael Naim, además de la lírica Natalie Dessay, mientras que la música corrió a cargo de la orquesta de la Guardia Republicana.

Hollande resaltó que los franceses seguirán “viviendo sus vidas, saliendo a las terrazas, acudiendo a conciertos y a los estadios de fútbol”, y prometió que el país “pondrá todo en marcha para destruir al ejército de fanáticos” que realizó los ataques. En algunos de los lugares donde se realizaron los atentados se produjeron concentraciones paralelas, como en la sala de fiestas Bataclan, donde numerosos parisinos acudieron a depositar flores y velas.

“Llevaremos este combate hasta el final y lo ganaremos siendo fieles a la idea de Francia” frente a los autores de “un acto de guerra organizado lejos y ejecutado con frialdad (...) en nombre de una causa enloquecida y de un dios traicionado”, concluyó Hollande.

En cuanto a la investigación de los atentados Salah Abdeslam, en busca y captura por su supuesta relación con los ataques de París, reveló que su hermano Ibrahim era uno de los terroristas suicidas a una de las personas que le habría trasladado hasta Bruselas, pero no dijo nada sobre si él estaba implicado en los hechos. Esta versión es la que ha compartido con los medios el abogado de una de las cinco personas arrestadas en Bélgica, Ali Oulkdi, acusado de haber ayudado a Salah a huir hasta Bruselas tras los ataques de París. “Salah le pidió que lo llevara a Schaerbeek (un distrito bruselense)”, señaló el abogado, quien explicó que Oulkdi era amigo de los hermanos Abdeslam desde la infancia. “No comprendía nada y no podía razonar claramente”, sostuvo el abogado, al tiempo que afirmó que Salah no mencionó nada a su cliente sobre su supuesta implicación en los hechos.

una transición en damasco El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, dijo ayer que una eventual cooperación militar con Siria contra la organización terrorista Estado Islámico (EI) solo sería posible en “el marco de una transición política creíble” en Damasco.

“La cooperación de todas las fuerzas sirias contra el EI, incluidas las del Ejército sirio, es deseable, pero, como he dicho constantemente, solo se puede plantear en el marco de una transición política creíble” del régimen de Damasco, indicó el jefe de la diplomacia francesa en un comunicado.

La nota de Fabius precisa unas declaraciones del ministro ayer a la emisora RTL, en las que señaló que no descartaba un apoyo sobre el terreno de las tropas del presidente Bachar al Asad contra el EI. “Hay dos series de medias: los bombardeos (...) y las fuerzas sobre el terreno, que no pueden ser las nuestras, sino que deben de ser fuerzas del Ejército Libre Sirio (ELS, opositores a Damasco), de los árabes suníes y, por qué no, fuerzas del régimen”, manifestó.

Francia lleva a cabo un maratón diplomático para tratar de ampliar y fortalecer la coalición internacional contra el grupo yihadista EI, autor de los atentados de París del pasado día 13 con 130 muertos y más de 350 heridos.