Bilbao - La dimisión de Roberto Uriarte como secretario general de Podemos Euskadi, decisión secundada por 19 de los 33 miembros del Consejo Ciudadano de Euskadi, se precipitó el pasado sábado tras un intenso intercambio de llamadas y mensajes con la dirección estatal, que llegó a amenazar con cesar al hasta ese momento líder de la formación en la Comunidad Autónoma Vasca. Ante esta tesitura, Uriarte decidió dimitir a última hora de la noche del sábado, postura secundada al día siguiente por la mayoría del Consejo Ciudadano vasco afín al secretario general.

Según fuentes de ese sector mayoritario en la ejecutiva de Podemos Euskadi -ya disuelta en su totalidad debido a la dimisión de más de la mitad de sus integrantes-, el pulso que venía manteniendo Uriarte con la dirección estatal por su negativa a que Eduardo Maura, elegido en las primarias entre inscritos de todo el Estado, encabezara la lista al Congreso por Bizkaia se agravó el viernes por la mañana. La dirección estatal remitió a Uriarte una lista de 14 personas que iban a formar parte del comité técnico para organizar en Euskadi, como en cada comunidad autónoma, los actos de campaña de las elecciones generales del 20 de diciembre.

Según estas fuentes, a lo largo de la tarde del viernes, Podemos Euskadi recibió sucesivos mensajes insistiendo en que “se acepte la lista o se asuman las consecuencias”. La dirección vasca recelaba de este listado pues consideraba que se había elaborado con “criterios poco objetivos” y, una vez más, sin tener en cuenta a la formación en Euskadi. Las presiones para un posicionamiento inmediato continuaron la mañana del sábado, de manera que el Consejo de Coordinación de Euskadi -la ejecutiva de la formación, el núcleo duro alrededor de Uriarte- convocó para ayer, lunes, un pleno del Consejo Ciudadano, para que se posicionara respecto a la propuesta de Madrid sobre el comité técnico de campaña.

claudicación En el subsiguiente toma y daca de mensajes, resaltan fuentes de la formación en Euskadi, la dirección en Madrid exigió la suspensión de la convocatoria del Consejo Ciudadano porque “ya no pintaba nada”, debido a que sus funciones las asumía el comité electoral, al mismo tiempo que amenazó con cesar a Uriarte “de inmediato” si no dimitía.

Dichas fuentes resaltan que las amenazas de la dirección estatal tenían como objetivo que Uriarte claudicara y cediera a las presiones de Madrid. Pero la reacción del todavía secretario general de Podemos Euskadi fue tirar la toalla esa misma noche, según explicó al día siguiente, en protesta por la “política aparatera” del secretario de Organización del partido, Sergio Pascual.

La moderada reacción del número dos de Podemos, Iñigo Errejón, ante las dimisiones -“es un acto de coherencia”, dijo- se interpreta desde los próximos al ex secretario general como un intento de echar cerrojazo definitivo a la crisis. “Pensaban que nos íbamos a doblegar pero no ha sido así”, afirma el sector de Uriarte como aviso a navegantes.