París - Los seis miembros de ETA que comparecen ante el Tribunal de lo Criminal de París afirmaron ayer que la muerte del policía francés Jean-Serge Nérin el 16 de marzo de 2010 de la que se les acusa fue un enfrentamiento fortuito, en un momento en que la banda ya estaba dando pasos para el abandono de la violencia. Arkaitz Agirregabiria explicó que “el último muerto de la actividad de ETA tuvo lugar en un enfrentamiento fortuito” durante un tiroteo tras el robo de cinco coches en un concesionario en Villiers en Bière por parte de un comando de ETA, y recalcó que los policías fueron los primeros en abrir fuego. Este etarra -arrestado el 20 de mayo de 2010 en Baiona junto al principal encausado, el ex jefe militar Mikel Karrera Sarobe, Ata- recordó que, desde 2009, la banda había detenido “provisionalmente sus acciones armadas”. Así, sostuvo que en el momento de la muerte de Nérin “ETA avanzaba en el camino de la paz” y se quejó de que España y Francia hayan puesto “continuos obstáculos” a ese proceso. La audiencia terminó con proclamas como “gora ETA”, con las que se arengaban tanto los acusados como varias decenas de personas del público que les expresaron su apoyo.
Por otro lado, los miembros de ETA Iñigo Zapirain, Beatriz Etxebarria y Saioa Sánchez negaron ayer ante la Audiencia Nacional haber colocado una bomba junto a una oficina del Inem de Bilbao en 2006, artefacto que estalló sin previo aviso y causó heridas a varios ertzainas. Asimismo, el juicio contra cinco dirigentes de Askapena quedó visto para sentencia. - Efe