madrid - Las elecciones generales son especialmente complicadas para los partidos abertzales, que se exponen a que el ciudadano opte por la papeleta de los grandes partidos estatales porque son los únicos que tienen opciones de gobernar, muchas veces en la creencia de que lograr un puñado de escaños vascos no irá a ninguna parte. El PNV, que ha combatido siempre ese mensaje asegurando que sus escaños han servido para traer nuevas competencias a Euskadi (negoció un paquete de traspasos con Zapatero a cambio de brindarle estabilidad presupuestaria), ve en estas elecciones un claro enganche para incentivar el voto: la reforma constitucional. En un mensaje difundido a través de las redes, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, cree que la próxima legislatura va a ser “muy importante” porque “tiene que venir” una profunda reforma del Estado, y “los vascos tenemos que estar bien representados en Madrid”.
La crisis territorial, con Catalunya al borde de la independencia unilateral si los soberanistas logran mayoría absoluta en los comicios del día 27, ha hecho reflexionar a los partidos estatales y se da por sentado que, tras las generales de diciembre, abrirán el debate sobre la reforma constitucional para reformar el Estado de las autonomías. En esa discusión, el PNV ve indispensable contar con un grupo vasco fuerte en el Congreso para defender los intereses de Euskadi en esa reforma e introducir mejoras en su autogobierno y el reconocimiento del hecho nacional. El PSOE, a priori, ha diseñado su propuesta de reforma constitucional solo para Catalunya, y solo quedaría la opción de que el PSE metiera la cuña vasca en el debate; y el PP ni siquiera tiene claro que haya que emprender la reforma. El otro grupo vasco, EH Bildu, aboga por implicarse en defensa del derecho a decidir, pero su no comparecencia en el pasado en otros debates estatales puede pesar como una losa en los comicios, y además puede experimentar una fuga de votos hacia Podemos.
“El objetivo del PNV es conseguir un grupo vasco fuerte en Madrid, que defienda nuestros intereses y también que consiga abrir puertas a nuevo estatus político para Euskadi en el que los vascos podamos decidir libremente nuestro futuro”, dijo Ortuzar. La asamblea nacional aprobó el viernes los candidatos del PNV. Ahora tiene cinco escaños en el Congreso, y otros cinco en el Senado (uno de ellos, Jokin Bildarratz, seguirá pase lo que pase porque lo nombró el Parlamento).
Mientras tanto, los jeltzales siguen adelante con su propuesta de nuevo estatus. El debate en el Parlamento Vasco arrancará de manera inminente. El portavoz en el legislativo, Joseba Egibar, denunció ayer en Radio Euskadi el “incumplimiento” del Estatuto y recordó que “el consenso que lo alumbró desapareció ya hace muchos años”, pero no quiso ocultar que será “muy complicado” forjar un nuevo consenso entre los grupos.