barcelona será hoy el escenario de la manifestación más multitudinaria que se prevé con motivo de la Diada nacional de Catalunya. Millares de catalanes volverán a salir a la calle por quinto año consecutivo para hacer, una vez más, una demostración de fuerza que, esta vez sí, se medirá en las urnas de las próximas elecciones al Parlament de Catalunya. La cita electoral llega en 15 días y en esta ocasión la Diada, además de las tradicionales reivindicaciones, servirá para encender la mecha de la campaña electoral que se alargará hasta el próximo 25 de septiembre. Quince días que se prevén tensos y emocionantes.

Pese a que algunos partidos no reconozcan el carácter plebiscitario de los comicios, en estas elecciones se enfrentan claramente dos opciones muy definidas sobre el futuro de Catalunya: independencia sí o no. Esta dicotomía pondrá sobre la mesa debates encendidos y acusaciones cruzadas entre los favorables y detractores a un nuevo Estado independiente. Como es previsible, el número de asistentes a la manifestación de hoy será uno de los primeros asuntos a discusión.

La Via Lliure (la vía libre), que es el nombre que se le ha adjudicado este año, ocupará la Avenida Meridiana de la ciudad condal y se alargará por la calle Marina hasta llegar al edificio del Parlament de Catalunya. Son un total de 135 tramos, tantos como escaños tiene el Parlament, dispuestos en cinco kilómetros de recorrido. Para lograr el pleno, aceras incluidas, la organización calcula que hace falta sobrepasar el medio millón de inscritos. Al cierre de esta edición, el número se situaba ya en 485.000.

Como ya viene siendo costumbre estos últimos años, los convocantes se proponen que los ciudadanos muestren una actitud participativa. Se llevará a cabo una nueva performance que hará visible la movilización desde el cielo. Los asistentes deberán llevar consigo una cartulina en forma de flecha y un puntero con un color determinado según el tramo al que se hayan inscrito. Cada color defiende uno de los ejes de la que proponen sea la futura república catalana: innovación, cultura y educación, justicia social, mundo, igualdad, diversidad, solidaridad, equilibrio territorial, sostenibilidad y democracia. Además, la vía también se ha organizado de forma que se visibilicen determinados colectivos como, por ejemplo, el de los bomberos, la juventud, el movimiento feminista, los inmigrantes, las personas sordas, etc.

el trayecto A las 17.14 horas, un coche con un puntero gigante empezará a seguir el recorrido de la vía por un carril vacío, simbolizando el camino hacia la independencia. A su paso, se irá cerrando cual cremallera el vacío inicial con el movimiento de los asistentes. Al paso de este vehículo, los participantes deberán alzar sus punteros y bajarlos cuando este se aleje, de forma que, a vista de pájaro, se recreará una ola que se dirija hacia el Parlament. Por megafonía se pedirá, minutos más tarde, que los participantes alcen de nuevo sus punteros para realizar el mosaico final.

La organización Ara és l’hora, la plataforma en la que operan la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, tiene por objetivo volver a impactar al mundo con una movilización festiva y reivindicativa. La Via Catalana, la cadena humana que recorrió Catalunya en 2013 desde Pertús hasta Alcanar, a lo largo de 400 kilómetros, movilizó 1.600.000 personas. Esta movilización, que dejó el listón muy alto, se vio superada el pasado año, cuando 1.800.000 personas, según la guardia urbana, se movilizaron en Barcelona formando una V a lo largo de las calles Diagonal y Gran Vía. Superar estas cifras será, sin duda, uno de los primeros termómetros para evaluar los ánimos con los que los catalanes, al menos los favorables a la independencia, encaran el reto de las próximas elecciones.

Como en las pasadas ediciones, Barcelona se verá afectada por cortes de tránsito que en esta ocasión durarán aproximadamente 5 horas según las previsiones del ayuntamiento. Desde las 15.00 horas está previsto que se cierre el tránsito por la avenida Meridiana, una de las arterias principales de entrada y salida de vehículos a la ciudad Condal. Los servicios de transporte público se verán reforzados durante todo el día para facilitar la movilidad de los participantes y evitar aglomeraciones como las vividas en las pasadas diadas. Los más de 1.200 autobuses fletados para la ocasión volverán a estacionarse en las calles del Eixample barcelonés.

La amenaza de lluvia que sobrevuela la ciudad condal y la huelga que los trabajadores de Renfe han convocado para hoy no parecen, de momento, afectar el ánimo de los organizadores que, eso sí, han manifestado que esperan que esta sea la última vez que se tengan que movilizar de semejante manera.

Asistentes. Las movilizaciones empiezan en 2010, cuando 1.100.000 personas salen a las calles barcelonesas en protesta por la resolución del Tribunal Constitucional contra buena parte de los contenidos del Estatut. Ese episodio fue el caldo de cultivo del actual descontento con las instituciones españolas. La primera Diada sonada fue la de 2011, cuando 1.500.000 personas salieron a la calle bajo el lema ‘Catalunya, nuevo Estado de Europa’. La cifra se repite un año más tarde con otra manifestación por las calles de Barcelona. En 2013, la Via Catalana recorrió 400 kilómetros a través de una cadena humana en la que participaron 1.600.000 personas.

En 2014, la V Catalana sumó 1.800.000 personas copando la avenida Diagonal y la Gran Vía de la capital catalana en un recorrido de 11 kilómetros.

¿Y este año? La Via Lliure recorre este año 5’2 kilómetros y, a falta de saber la cifra de participantes definitivos, la organización anuncia 485.000 inscritos, que hoy desfilarán a lo largo de la Avenida Meridiana y la calle Marina hasta el Parlament.