Iruñea - Tal y como estaba previsto, la ejecutiva de UPN apostó ayer por la celebración de una asamblea de afiliados para tratar de recuperar el rumbo al partido. Una decisión unánime que anula la posibilidad de que se celebrase un congreso extraordinario antes de las elecciones generales, como reclamaba buena parte de la formación regionalista, que veían en esta fórmula una renovación mucho más profunda tanto de los órganos de dirección como de la estrategia y las ideas.

Durante un encuentro celebrado ayer que se alargó más de tres horas, la ejecutiva decidió que dicha asamblea se celebrará el próximo día 27, el día de las elecciones autonómicas en Catalunya. Una coincidencia que podría responder a la voluntad del partido de no ser el centro de atención en esa jornada, con el fin de que su imagen de división interna no se extienda más de lo que ya lo ha hecho hasta la fecha.

En palabras de fuentes de la propia formación regionalista, el nuevo presidente o presidenta que salga elegido tras la asamblea deberá afrontar “el futuro inmediato del partido y el tránsito hacia un congreso extraordinario que renueve sus órganos internos”. Es decir, quien se haga con el cargo deberá afrontar una de las decisiones más trascendentes para la formación, como es la concurrencia o no en coalición con el PP a las generales. Un debate delicado, que levanta ampollas en el seno del partido y que podría llevar a un prematuro desgaste a quien se haga con la presidencia. Ello podría llegar a supone que quien sea elegido ahora, se convierta en un presidente temporal de la formación.

Por otro lado, el método elegido obligará al nuevo líder de UPN a adoptar todas estas decisiones con los mismos órganos de dirección que acompañaron a la expresidenta del partido Yolanda Barcina en el transcurso de su mandato, lo que podría complicarle todavía más el margen de actuación hasta el congreso extraordinario.

Renovación total La ejecutiva justificó su decisión basándose en que los estatutos de formación prevén esta fórmula cuando un presidente dimite. Así, todos los afiliados de UPN que estén al corriente de pago de sus cuotas el mismo día 27 podrán decidir entre los candidatos que se presenten a liderar el partido regionalista.

Respecto a la siguiente asamblea ordinaria, cuya celebración estaba prevista en el primer semestre de 2016, se ha apostado por constituirla en congreso extraordinario para abordar el debate de ideas y de estrategia pendientes en la formación, así como la renovación total de los cargos internos, incluida la propia presidencia que podría recaer en otra persona diferente a la que se elija a finales de este mes. Una apuesta “coherente y tranquila”, según dijeron desde la propia ejecutiva tras su reunión.

El parlamentario Javier Esparza y la senadora Amelia Salanueva son las dos personas que, por el momento, han mostrado su voluntad de optar a la presidencia. Falta por comprobar si la segunda acepta seguir adelante con las reglas fijadas ayer, ya que había apostado por la celebración del congreso en primera instancia.