barcelona - Junts pel Sí, la lista de CDC, ERC y las entidades sociales es plenamente consciente de que una porción de votantes que avalan el derecho a decidir se le puede escapar a la plancha de confluencia entre ICV y Podemos, denominada Catalunya Sí que es pot. Es por ello que Oriol Junqueras, número cinco en la candidatura independentista que haría president a Artur Mas, tendió ayer la mano al resto de fuerzas de izquierda para que se enganchen al proceso constituyente que se busca iniciar después de las elecciones del 27-S. “Necesitamos mucha gente que no comparte nuestra propuesta electoral para compartir el nuevo país. Lo queremos hacer con ellos, porque no queremos excluir a nadie y menos a los amigos”, confesó el republicano en la apertura 25º Congreso de Esquerra Republicana, que se celebró en Barcelona.
“Es tan legítimo estar en nuestra candidatura como no estar, pero es muy importante recordar que tenemos amigos que defienden otras cosas con los que queremos compartir el nuevo marco legal”, añadió Junqueras, para quien a ERC le corresponde ocupar “el espacio de la centralidad, no la centralidad ideológica”, y que, por ello, pueden, mejor que ninguna otra formación, actuar de aglutinador de la izquierda. “Cuando no hemos sabido coser estos espacios, Catalunya se ha resentido”, precisó el líder republicano, “y todos me entendéis”, matizó en una referencia implícita de la división en la retaguardia republicana durante la Guerra Civil, donde el Govern de ERC entró en conflicto con los sectores anarquistas y comunistas y estos dos, además, entre ellos. Siguiendo por ese camino, Junqueras aprovechó para dar un pescozón a la CUP: “Es cierto que es más cómodo no estar en ese centro del espacio, que no centro ideológico-, y refugiarse bajo propuestas más diáfanas. Pero los que hacen eso no tienen vocación de construir mayorías”, sentenció en alusión al partido de David Fernández, que se decantó por acudir a las urnas por separado porque no quería a políticos en la lista transversal.
“responder” a la suspensión Paralelamente, el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, advirtió al Gobierno español de que si recurre al artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía, “Catalunya responderá”. Aunque cree que estas amenazas solamente quieren “meter miedo” en la sociedad catalana, lanzó el avisó a Mariano Rajoy de que si desde el Estado se materializan estas andanadas, los catalanes ofrecerán “la respuesta adecuada” en un escenario donde no prevé una mayoría alternativa a la soberanista. “Son reacciones improvisadas y la mayoría sin fundamento jurídico. La suspensión de la autonomía no es jurídicamente posible, no está contemplada. Otra cosa es la intervención y otras medidas. Pero lo que denota es improvisación y una respuesta fruto del nerviosismo”, consideró Sànchez.