barcelona - Un gol por toda la escuadra. Lo asumían ayer incluso desde sectores no soberanistas tras conocerse que una figura tan venerada en Catalunya como la de Pep Guardiola tendrá el honor de cerrar la lista por la independencia de Artur Mas, Oriol Junqueras y las entidades sociales que ya tiene sobrenombre: Junts pel Sí (Juntos por el Sí). Aunque su elección sea más un acontecimiento cargado de simbolismo, a nadie se le escapa que el exentrenador del Barça y actual técnico del Bayern goza de un carisma y ascendente capaz de atraer mucho voto, sobre todo del ciudadano indeciso y del secesionista desencantado con las aristas de la hoja de ruta. Guardiola, que no asistió ayer a la puesta de largo de la plancha que liderará Raül Romeva al encontrarse de gira con su equipo en China, considera que ocupar el último puesto de la candidatura es la mejor manera de respaldar el proceso ya que, aunque no tiene ninguna intención de ejercer como diputado en el Parlament para seguir en activo en su profesión, entiende que su paso supone un gesto inequívoco de aval a la lista independentista más transversal de cara al 27-S.
No son pocas las ocasiones en que se ha posicionado a favor del secesionismo como socio de las dos plataformas activistas que gobiernan la plancha, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, donde adscribió a sus tres hijos. Y es que el prócer del Barça más glorioso ha apoyado las masivas movilizaciones del 11 de septiembre: en la de 2012 envió un vídeo, mientras que en 2013 se alineó con la Vía Catalana, además de desplazarse el pasado noviembre desde Múnich a Barcelona para participar en la consulta del 9-N, en la que apoyó el doble sí, el Estado propio e independiente. La buena nueva para la lista soberanista que haría de nuevo president a Mas, pese a ir en el cuarto lugar de la misma, se supo pocas horas antes de que los protagonistas del acuerdo firmaran en una fotografía histórica, en el Museu d’Historia, el pacto Juntos por un estado independiente para ganar la Catalunya del futuro.
La puesta de largo la abanderaron las cinco primeras personalidades de la candidatura, que se dieron la réplica.“Es un momento excepcional, porque afrontamos un hecho excepcional”, arrancó Junqueras. “Siempre que haga falta pondremos las urnas para que la gente decida”, sentenció Mas, seguro de que “escribiremos una página muy importante para el presente y futuro de Catalunya”. Muriel Casals, expresidenta de Òmnium, señaló que “queremos aportar nuestro color y diversidad al mapa de Europa sin ser mejores ni peores que nadie”, mientras que Carme Forcadell, exdirigente de la ANC, añadió que “estamos preparados para conseguir lo que nos propongamos y lo volveremos a demostrar”. Romeva, cabeza de lista, admitió que “como se trata de un hecho extraordinario, debemos hacer cosas que no son normales”, describiendo el 27-S como la ocasión “de hacer lo que no nos dejaron el 9-N: votar, esperar nuestra voluntad y saber cuantos somos”. Para ello, tienen clarificada la ruta jurídica: una andadura que empezaría el 28-S con un gobierno de coalición para en el plazo aproximado de nueve meses declarar la independencia, y en el que gestarán una Constitución catalana que lleve a la desconexión. “Si España nos bloquea jurídicamente, procederemos a declarar la independencia igualmente, vamos a ir a por todas porque ya no tenemos margen”, zanjó el acto Romeva -que se dirigió en aranés a los habitantes de la Vall d’Aran-, en benefició de “un país más justo, limpio y solidario”, antes de escucharse Els Segadors.
En este escenario, Unió se suma a la intención de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de no participar en la Diada si esta se convierte en una manifestación donde se abrigue a la lista de CDC y ERC. Ramon Espadaler, después de años abrazando la propuesta del president, considera ahora que desde esa otra lista “están haciendo una especie de subasta” de tiempos hacia la independencia, además de ironizar con que su posición sería el único punto en que coincidirían con la activista de Barcelona en comú. Desde la plancha soberanista insisten en que el 11-S y en concreto el acto de la ANC en la avenida Meridiana no tendrán cariz partidista. “Quien esté buscando excusas para no ir, se equivoca”, zanjan.
la promesa de iglesias Paralelamente, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, arropó la presentación de la confluencia entre Podem e ICV, donde dejó una frase lapidaria: “Me comprometo a respetar la voluntad expresada democráticamente por los catalanes”. Expresión que recordó a la promesa de Rodríguez Zapatero de respetar el Estatut que aprobase el Parlament. En todo caso, el líder morado se comprometió a buscar una “solución jurídica” que sea “operativa” advirtiendo de lo inútil de la declaración unilateral de independencia.