Iruñea - Un equipo de marcado perfil profesional acompañará a Uxue Barkos en el futuro Gobierno de Nafarroa. Diez personas consensuadas con el resto de grupos desde los criterios marcados por la propia candidata, que se rodea del equipo técnico y de confianza que había reclamado las últimas semanas como garantía de cohesión interna. También es un gabinete que reconoce la pluralidad parlamentaria en la que se sustenta, en el que EH Bildu e Izquierda-Ezkerra realizaron aportaciones. Así, seis consejeros han sido propuestos por Geroa Bai, dos por EH Bildu (Beaumont y Elizalde) y uno por Izquierda-Ezkerra (Laparra), mientras que Podemos no ha planteado nombre alguno y por tanto ningún miembro de su órbita integrará el futuro gabinete.
El objetivo principal del gabinete de Barkos -siete de cuyos miembros son euskaldunes y que tiene un carácter paritario entre hombres y mujeres- es representar a quienes el pasado 24 de mayo abogaron por un cambio de rumbo en la Comunidad Foral, y hacerlo de una forma solvente y sosegada. A partir de ahora afronta el difícil reto de satisfacer las altas expectativas generadas entre quienes lo ven con buenos ojos, y ahuyentar los miedos de quienes temen quedar desplazados, a quienes UPN ya empezó a azuzar ayer augurando un Gobierno revanchista y marcado por el rencor.
No es sin embargo lo que se desprende de los primeros nombramientos. Los futuros consejeros son personas de reconocida trayectoria profesional en sus respectivos ámbitos de actuación, y que aportan solvencia y capacidad técnica a una labor política que se va a encontrar con muchas dificultades los próximos años. De todos ellos, solo el parlamentario Manu Ayerdi, que cuenta además con una reconocida trayectoria profesional en el ámbito de la empresa, está en la primera línea de la política, y dejará su escaño de forma inmediata.
Es en cualquier caso un Gobierno en el que resalta la figura de su presidenta, Uxue Barkos, principal y casi única referencia política, y que asume la compleja tarea de liderar el cambio en Nafarroa, algo que entraña tantos riesgos como ventajas. Porque si bien le va a reportar una enorme visibilidad ante los ciudadanos, también va a ser la principal diana de quienes buscarán el fracaso del proyecto político que arranca ahora. Suya será a fin de cuentas la responsabilidad principal del éxito o el fracaso de la primera experiencia de cambio real en Nafarroa, por lo que ha sido exigente a la hora de definir el que será su equipo de trabajo más cercano.
La candidata de Geroa Bai ha querido primar la cohesión y la lealtad interna del nuevo Gobierno, priorizando un equipo gestor que lleve a cabo la acción ejecutiva diseñada y detallada en el programa de cambio, y que sobre todo quede al margen de las diferencias políticas que en los próximos cuatro años puedan surgir entre las fuerzas que hoy lo sustentan. Algo lógico y previsible si se tiene en cuenta que los 26 votos que requiere la mayoría absoluta en el Parlamento exige el concurso de cuatro fuerzas con personalidades propias que, aunque han quedado aparcadas para facilitar el acuerdo, surgirán en el futuro. De hecho, tras una errática posición negociadora, Podemos ya ha dado un paso atrás, proclamándose libre de ataduras para mantener una postura independiente en el futuro en el Parlamento foral.
Uxue Barkos se mostró ayer “satisfecha” de los consejeros que le acompañarán en el Ejecutivo foral, de los que destacó que tienen “capacidad y conocimiento” de cada una de las áreas que van a dirigir. “Somos todos nuevos en esto, pero no en aquellas materias para las que cada una de estas personas ha sido requerida”, subrayó la líder de Geroa Bai, que expresó su “satisfacción y agradecimiento” a los miembros de las cuatro fuerzas políticas por “el trabajo realizado para construir un buen equipo para el Gobierno del cambio, que tiene su cimiento en un magnífico acuerdo programático”. También puso en valor que sus consejeros atesoran “un conocimiento profundo” de las áreas de las que se van a hacer cargo y “capacidad de crear y generar equipos”. Además de “un compromiso estratégico y político con el Gobierno del cambio, ajeno a tensiones partidarias”.
Así, Barkos se siente “orgullosa” de encabezar un equipo que “será la mejor expresión ejecutiva de nuestra primera tarea que es llevar a cabo en la medida de lo posible y de la manera más ambiciosa el acuerdo programático que hemos acordado a cuatro”. Según expuso, las personas que finalmente conformarán su gabinete han sido “consensuadas de manera amplísima por el conjunto de las fuerzas comprometidas con el cambio” y avanzó que previsiblemente la semana que viene, tras el debate de investidura, podrían celebrar su primera reunión.
Desacuerdo de Podemos El portavoz de EH Bildu en Nafarroa, Adolfo Araiz, destacó que pese a que “algunas personas y grupos políticos pensaban que no íbamos a ponernos de acuerdo”, se alcanzó un consenso para configurar un Ejecutivo del que se mostró “satisfecho”. En su opinión, el nuevo gabinete “va a tener capacidad suficiente por su composición para poder desarrollar el acuerdo programático y llevar adelante el cambio político y social que hemos venido planteando”. Así, el dirigente abertzale defendió que se trata de “un nuevo instrumento para que el cambio sea duradero y no sea algo efímero”.
La más crítica con la composición fue la secretaria general de Podemos, Laura Pérez, que explicó que su partido no propuso ningún nombre en este proceso por “nuestra disconformidad tanto con la estructura del Gobierno planteada, como con las exigencias establecidas para las negociaciones”. Según indicó, en el Ejecutivo foral “no hay la corresponsabilidad, equilibrio y transversalidad” que Podemos reclamó, ni “esa unión entre las vicepresidencias estratégicas para priorizar los objetivos que hemos venido defendiendo”. José Miguel Nuin, de Izquierda-Ezkerra, valoró de forma positiva un ejecutivo que refleja que “el cambio en Navarra va hacia adelante”.