El socialismo vasco ha visto como en apenas 12 meses su papel en el escenario político de Euskadi ha cambiado varias veces de registro. Desde que hace un año Idoia Mendia hiciese pública su decisión de presentarse a la secretaría general del PSE, el partido ha asistido a la irrupción de Podemos, ha vivido una cita electoral con resultados muy desiguales según el territorio y ha regresado a la senda del acuerdo con el PNV. Esta última decisión ha devuelto protagonismo a los socialistas, que con Mendia al mando afrontan un escenario inédito desde los años 90.

En una entrada en su blog la semana pasada, Mendia recordaba el acto en la plaza de Euskadi de Bilbao en el que ayer hace un año hizo pública su decisión. El mensaje, netamente positivo, podría sorprender a priori teniendo en cuenta que el PSE no vive sus mejores horas. Sin embargo, el optimismo resulta entendible teniendo en cuenta que muchos veían al partido acercarse a unos registros electorales que les habrían situado al filo de la irrelevancia política.

situación difícil Si en algo coinciden todas las fuentes consultadas a la hora de hacer balance de la trayectoria de Mendia en este periodo es en que le ha tocado gestionar un momento político particularmente complicado para el partido. Así lo ve también su predecesor en el cargo. “Le ha tocado una situación política muy compleja, con un PSOE que no estaba en su mejor momento y un PSE en una situación similar. En este contexto, le he visto muy bien y creo que tanto el PSOE como el partido en Euskadi estamos hoy más fuertes”, señala a este diario Patxi López.

En el caso del exlehendakari, señala la irrupción de Podemos como uno de los escollos fundamentales a los que ha debido responder la líder socialista. “Nunca habíamos vivido una situación así, con una irrupción de estas características por parte de un partido de izquierdas, algo que provocaba una mayor fragmentación en ese espectro”, añade.

Los resultados están ahí y es evidente que esta aparición de Podemos ha hecho mella en el PSE. En Bizkaia, los socialistas se han quedado con dos alcaldías (Portugalete y Ermua), perdiendo otros municipios fundamentales como Barakaldo y viendo mermada su representación en las Juntas Generales y en los principales municipios. Los resultados en Araba tampoco fueron ni mucho menos satisfactorios, perdiendo cuatro representantes en Juntas Generales y dos ediles en Gasteiz. La nota positiva tras el examen de mayo llegó sin duda desde Gipuzkoa, ayudados por los malos resultados de EH Bildu, los socialistas fueron la lista más votada en Eibar, Irun, Lasarte, Pasaia o Zumarraga. Hoy gobiernan todos estos municipios y, tras el pacto de estabilidad firmado con el PNV, participan además en el gobierno de la Diputación de Gipuzkoa o en el del Ayuntamiento de Donostia.

?En este contexto, Denis Itxaso, nuevo diputado de Cultura, Turismo, Juventud y Deportes y Cooperación, considera que esta nueva etapa en el partido se ha gestionado con acierto. “Creo que el PSE necesitaba reinventarse después de una etapa de gobierno inédita en Euskadi y, sobre todo, una vez terminada la larga noche del terrorismo, que nos había obligado a hacer un papel político muy de resistencia y combate. A eso hay que añadirle la situación que estaba atravesando hace un año el PSOE”, indica.

discurso “útil” Itxaso coincide al mencionar la irrupción de Podemos como uno de los obstáculos a superar para los socialistas en los últimos tiempos. Y entiende que el partido ha salido “más que vivo” de los primeros asaltos de esa pugna. “Algunos agoreros vaticinaban que nos iba a ocurrir lo que finalmente le ha pasado al PP, que se ha convertido en un partido testimonial en Euskadi. Mendia ha tenido aplomo y serenidad para afrontar esta situación, consciente de que dirige una nave centenaria y que necesitaba una renovación. Creo que tiene un discurso mucho más actual y útil que Podemos a nivel de Euskadi”.

Esta lectura, no obstante, viene ineludiblemente condicionada por el pacto de estabilidad acordado entre PNV y PSE. “El resultado ha sido razonable y digno, sobre todo en Gipuzkoa, y la gestión del mismo ha sido inteligente y nos sitúa en buen lugar”, indica Itxaso. En 2013, con Patxi López aún al frente, el PSE ya había rubricado el pacto con el PNV en relación al plan de reactivación económica y empleo, si bien Mendia ha decidido ir más allá.

El secretario del EBB, Koldo Mediavilla, ha sido uno de los dirigentes jeltzales que, desde el otro lado de la mesa, ha negociado con el PSE. “Hay que ponerse en su situación y lo cierto es que le ha tocado un momento difícil, con un PSE que salía del Gobierno Vasco, unos malos resultados y una militancia enfadada en cierta medida con el PNV por haber sido desalojados del Ejecutivo. En medio de una tendencia negativa, ha tratado de buscar un espacio propio para el PSE y ha optado por el pacto con el PNV, que quizá no era fácil de vender internamente”, indica.

Ante esta tesitura, el dirigente jeltzale ha percibido en Mendia un discurso particularmente duro en ocasiones, aunque también un pragmatismo evidente. “Le preocupa mucho la búsqueda de un perfil propio para su partido y en ocasiones ha tenido un discurso muy duro hacia el PNV. Aun así, es práctica a la hora de establecer acuerdos”, explica. Otro de los caballos de batalla con los que ha tenido que lidiar ha tenido que ver con el control interno del partido y de su grupo parlamentario. “Su liderazgo es nuevo, pero los ámbitos de poder del partido vienen de atrás. En el Parlamento Vasco siguen estando Rodolfo Ares, José Antonio Pastor o Txarli Prieto, de ahí que en ocasiones se hayan visto algunas dificultades para establecer líneas coherentes entre la política global del partido y la del Parlamento”, añade.

Con el partido situado en ese nuevo escenario, en las bases parecen asumir de buen grado ese nuevo papel. En la Casa del Pueblo de Portugalete, Manuel Sánchez, es uno de ellos. “En mi opinión, el pacto con el PNV siempre ha funcionado bien en esta tierra, desde la época de Ramón Jauregi y el lehendakari Ardanza. Creo que hay que ir dando la vuelta a la situación y me parece que Idoia Mendia está en ello”, explica este veterano militante. Félix Moreno, que se define como “simpatizante”, coincide al hacer un diagnóstico positivo de la gestión de la líder socialista, aunque muestra su preocupación “por la falta de relevo” en familias de tradición socialista y las dificultades para sintonizar con el electorado joven. Analizando la situación desde la óptica guipuzcoana, Itxaso concluye lanzando un mensaje más optimista. “Ha formado una ejecutiva que se complementa bien con ella y creo que está sentando las bases del nuevo PSE. La aritmética nos permite ser relevantes y hemos demostrado que podemos llegar a acuerdos de país y también que tenemos iniciativa para hacer oposición en asuntos centrales dentro de nuestra tradición ideológica”.