gasteiz - Tres días después de la conformación de los nuevos ayuntamientos, el Gobierno Vasco rompió ayer su silencio y la distancia que ha mantenido respecto a la realidad municipal para poner en valor la apuesta por la estabilidad compartida con el PSE. El descenso de la elevada temperatura política que alcanzó su cénit en los plenos constitutivos de Andoain y Gasteiz ha dado lugar, con el paso de las jornadas, a un nuevo escenario en el que el pacto global alcanzado por socialistas y jeltzales parece no haberse visto dañado, e incluso, mantiene intactas sus propiedades para allanar la búsqueda de alianzas en escenas institucionales ajenas al plano foral y municipal.

El Gabinete Urkullu esperó a conocer las versiones de todos los agentes implicados para, tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, valorar los acontecimientos. Tan solo unos minutos antes de que el portavoz Josu Erkoreka saliera a la sala de prensa de Lehendakaritza, la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, había disipado todas las dudas sobre la continuidad de la buena sintonía entre ambas partidos, incluso en Vitoria, donde los socialistas privaron a Gorka Urtaran de su apoyo.

Mendia no aclaró si los ediles de su partido participarán en un ejecutivo de coalición con el alcalde jeltzale, tal y como desea Urtaran, pero aseguró que frente a las diferentes fórmulas existentes para fraguar ese trabajo conjunto reside el objetivo principal de garantizar la estabilidad institucional.

El mensaje tranquiliza al Gobierno Vasco y permite rebajar la temperatura de la caldera política a los mismos grados que presentaba antes de que un edil independiente del grupo municipal del PNV en Andoain impidiera con su voto la elección de la candidata socialista, el motivo que, según la versión oficial, privó a Urtaran del apoyo socialista. El Ejecutivo insiste en dejar atrás ese capítulo, sobre todo después de que el concejal en cuestión pusiera ayer su cargo a disposición del partido, así como también otorga carácter pretérito al fraccionamiento político y social que evidenció la investidura en Gasteiz.

El también consejero de Justicia calificó de “incontestable” la victoria en las urnas alcanzada por el candidato del PP, Javier Maroto, quien sumó 9 de los 27 concejales que componen el Pleno de Gasteiz. Ahora bien, otorgó el mismo calificativo a la incapacidad del ya exalcalde para concitar los apoyos necesarios que le hubieran catapultado de nuevo a la Alcaldía de la capital alavesa. Por el contrario, recordó que el aspirante del PNV, aún siendo la tercera fuerza, sí consiguió aglutinar los sufragios imprescindibles que le auparon al sillón municipal.

Ante las airadas críticas de los populares, Erkoreka recordó que Gasteiz no es el único municipio donde la fuerza más votado se ha visto obligada a renunciar al bastón de mando en favor de otro partido político. En este listado citó el caso de EH Bildu en la localidad guipuzcoana de Astigarraga o episodios semejantes que tuvieron lugar en Artea, Plentzia y Bakio, enclaves vizcaínos donde el PNV, a pesar de sumar más papeletas que sus rivales en la urnas, no ha podido gobernar.

El portavoz matizó que todos estos capítulos, así como las advertencias de los populares en Álava sobre las “consecuencias” de su desalojo en Gasteiz, no va a cambiar la línea trazada por el Gobierno Vasco para buscar la colaboración conjunta con todas las instituciones.

Por otro lado, Erkoreka enfatizó el hecho de que ni el Ejecutivo ni ninguno de sus miembros han participado en las conversaciones que han alumbrado los nuevos consistorios.