madrid - Es la imagen del cambio. Manuela Carmena, cabeza de lista de Ahora Madrid al Ayuntamiento de la capital de España, fue proclamada ayer nueva alcaldesa de la ciudad con los votos de sus 20 concejales y los nueve del PSOE, que suman mayoría absoluta de los 57 ediles de la corporación. Durante la votación, mientras el secretario general del Pleno leía los nombres, los concejales socialistas se han mostrado unos a otros la papeleta con el sentido de su voto antes de introducirla definitivamente en el sobre para alejar la sombra de un tamayazo y una de las representantes de Ahora Madrid lo hizo directamente a la Mesa de la Cámara. Cuando el secretario del Pleno leyó la última papeleta con el nombre de Carmena que certificaba la victoria de la candidata de Ahora Madrid, los concejales que la apoyaron y buena parte del público, entre ellos los líderes de Podemos Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero rompieron en aplausos y gritos de “Sí se puede”.
Con la elección de Carmena, el Ayuntamiento de Madrid cambia de color político tras 24 años en los que ha estado gobernado por el PP, que accedió a la Alcaldía en 1991. La nueva regidora, como primera medida, anunció que se reducirá su salario y el del resto de concejales de su grupo, como establece el código ético de Ahora Madrid, pero en principio no modificará las del resto de concejales.
Manuela Carmena es jurista, tiene 71 años y asegura que no quiere jubilarse nunca de trabajar por una sociedad más justa: ahora tiene oportunidad de demostrar cómo hacerlo desde la Alcaldía de la capital española, que hereda con una deuda de casi 6.000 millones de euros y más de 215.000 parados. Abogada de formación, magistrada, y fundadora de Jueces para la Democracia, a Manuela Carmena (Madrid, 1944) le costó dar el paso de encabezar la candidatura de Ahora Madrid (coalición en la que se integra Podemos) porque creía que la iniciativa del cambio debía recaer en los jóvenes. Ellos insistían, y, cuando la desde ayer alcaldesa vio que Esperanza Aguirre era la candidata del PP, se sintió llamada por la “responsabilidad” y aceptó el reto de presentarse a unas elecciones de las que era muy difícil salir airosa. Pero tuvo fe, se reunió con vecinos de los 21 distritos de la capital y les pidió que aparcasen el pesimismo y se convenciesen de que la posibilidad de cambio dependía de cada uno de ellos.
En el ecuador de campaña ella misma se dio cuenta de que el sueño era posible y los resultados de las elecciones se lo confirmaron: su candidatura se quedó en los 20 concejales -uno menos que el PP- pero los 9 ediles del PSOE le garantizaban la Alcaldía, a la que no sin nervios por si alguien se equivocaba, llegó ayer. Tras las elecciones, habló con sinceridad y armó un revuelo increíble cuando sin haberse sentado siquiera en una mesa de negociación afirmó que ya se veía alcaldesa y que el camino para serlo era “cuesta abajo”.
Porque “Manuela”, como quiere llamarse, tiene iniciativa y es espontánea y optimista. Dice que no le interesan los partidos -tampoco Podemos-, se siente libre y “absolutamente cercana” al 15-M, un movimiento renovador que tomó como modelo para su campaña con el que quiere impregnar el Ayuntamiento. Ayer, abogó por abrir el Ayuntamiento a los ciudadanos pero también a cambiar las formas del pleno, donde quiere más datos y expertos y menos “maquinitas y teléfonos”... Y que no se trate de usted ni la alcaldesa. - Efe/E.P.