Bilbao - El Consejo Ciudadano de Podemos en Euskadi se reunió ayer con una silla vacante. Iratxe Osinaga anunció el viernes su decisión de romper con la formación, abandonar la ejecutiva y darse de baja como militante. No parecía un golpe menor para Podemos, ya que Osinaga formaba parte de la ejecutiva y estuvo a cien votos de ser elegida secretaria general del partido. Además, cabía la posibilidad de que otros militantes siguieran sus pasos, ya que de un tiempo a esta parte había sido identificada como la cabecilla de los críticos.

Sin embargo, fuentes del Consejo Ciudadano liderado por Roberto Uriarte minimizaron la presencia que tuvo esa decisión en la reunión celebrada ayer. Según explicaron a DNA, se trataba de una reunión ordinaria para abordar el reglamento de los cargos electos y perfilar la estructura interna de la ejecutiva por áreas y secretarías, de modo que la renuncia de Osinaga no figuraba en el orden del día, pero la clave estriba en que esa cuestión no afloró ni siquiera en la ronda de ruegos y preguntas. Ya al margen de la reunión, según las mismas fuentes, lo único que hicieron fue desear suerte a Osinaga. No se han vuelto a poner en contacto con ella para intentar que reconsidere su paso. “Respetamos su voluntad”, zanjan.

Podemos intenta pasar página y centrarse en dar forma al partido y los programas, sin distraerse en polémicas que no solo han estallado con Osinaga, sino en Bilbao con un Consejo Ciudadano dividido en dos que impulsa por separado distintas plataformas para concurrir a las elecciones del 24 de mayo. En Donostia, ha renunciado su líder Hannot Sansinenea, aunque en esa ocasión por razones personales. En cualquier caso, en distintos ámbitos se ha apuntado la sintonía de Sansinenea con la dirección estatal encabezada por Pablo Iglesias, que tuvo que ceder ante la dirección vasca en el debate sobre la necesidad de presentarse a las forales con su propia marca.

Podemos cerró ayer el capítulo de Osinaga y, aunque las fuentes consultadas no se atreven a descartar que alguien pueda secundar su renuncia, no creen que vayan a producirse más bajas. En cualquier caso, matizan que las eventuales renuncias no serían colectivas como escisión, sino personales. Según puntualizan, el adiós de Osinaga ha sido “decisión suya”, aunque se muestran desconcertados porque las razones de su marcha “poco tienen que ver con lo que ha planteado” en su rueda de prensa.

Discrepancias con euskal hiria En concreto, no creen que las discrepancias se centren en el programa electoral para las forales por dos razones. La primera, que el programa es colaborativo, y que Iratxe Osinaga “pudo estar en las comisiones y no ha estado”. La segunda, que los puntos de discrepancia, entre los que destaca que Osinaga cree que Podemos mezcla derecho a decidir con derecho de autodeterminación, poco tienen que ver con un programa a las elecciones forales en las que no se discuten esas grandes cuestiones sino la gestión más cotidiana y a pie de calle. Por ello, creen que no disiente con el programa electoral sino con la ponencia que presentó Euskal Hiria a las primarias del partido, que sí habla de autodeterminación.

Esa ponencia pasó a ser asumida por todo Podemos Euskadi cuando triunfó Roberto Uriarte y se hizo con las riendas del partido. Así las cosas, las mismas fuentes plantean que Osinaga quizás no debió haber entrado en el Consejo Ciudadano si no compartía su línea.