gasteiz/madrid - “Uno más”. Con este tono despectivo despachó ayer Mariano Rajoy el nuevo acuerdo rubricado por partidos y entidades soberanistas respecto a la proclamación de la independencia de Catalunya transcurridos 18 meses de las elecciones del próximo 27 de septiembre, y en las que, según ratificaron CDC y ERC, será necesaria la mayoría absoluta para poner en marcha el proceso. El presidente español certificó su posición contraria a la ruptura de la “soberanía nacional” y no quiso adelantar acontecimientos sobre una posible respuesta desde Madrid, limitándose a mantener la versión oficial del Ejecutivo del PP. “Hay unas elecciones anunciadas para septiembre, que no convocadas, y si finalmente se producen serán unas elecciones autonómicas”, aclaró el líder popular para eliminar el cariz plebiscitario de la cita.
“La nueva hoja de ruta es la siguiente después de las anteriores, y es mala para los catalanes y para los españoles en fondo y forma”, zanjó tirando de su habitual argumentario. “Va contra el sino de la historia y contra todos los lazos que nos unen, al obligar a los catalanes a dejar de ser españoles y europeos”, valoró, tachándola como negativa porque, a su entender, “supone saltarse las normas que establece la Constitución”. “Y la ley”, concluyó Rajoy, “está por encima de todos y afecta a todos”, por lo que “ningún Gobierno de España va a autorizar la ruptura de la soberanía nacional”.
Sus palabras encontraron pronto respuesta desde el Govern, cuyo portavoz, Francesc Homs, señaló que ha sido el propio presidente español quien ha contribuido al carácter plebiscitario de los comicios con “su no, indisimulable, y como una casa” al proceso soberanista, instándole por ello a respetar su resultado “sea cual sea”. “Nosotros sí lo aceptaremos, sea en un sentido u en otro”, añadió el conseller, que reiteró el compromiso del Gabinete de Artur Mas de desarrollar las estructuras de Estado y reconociendo que deberá haber un contexto de negociación con el Gobierno español y con la comunidad internacional. “[La negociación] es consustancial con un proceso que tiene una raíz democrática. Por lo menos, la búsqueda de esa negociación; otra cosa es que quieran estar, porque hasta ahora el Gobierno ha demostrado que no”, declaró Homs. Paralelamente, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, avisó a Rajoy de que esta entente permitirá “ejercer la independencia desde el primer día” si el 27-S el electorado avala la secesión. “El presidente Rajoy es una persona conocida por los muchos errores que ha cometido y estamos convencidos de que en este ámbito también se equivoca”, precisó el dirigente republicano.
la óptica del lehendakari Desde Euskadi, el lehendakari Iñigo Urkullu ahondó en la lectura de que Catalunya y la CAV, aunque persigan un nuevo estatus jurídico y político, son dos realidades diferenciadas, de forma que el camino del autogobierno vasco lo marcará el Parlamento de Gasteiz. A su juicio, el acuerdo suscrito por el soberanismo catalán puede servir de “referente” pero no es “una fuente de inspiración”. “A mí lo que me interesa es Euskadi y su desarrollo político, social, económico e institucional”, concretó el jeltzale, cuyo proyecto pasa por el “diálogo, la negociación, el acuerdo, y la ratificación” por parte de la sociedad de la propuesta que pueda acordarse entre las distintas fuerzas políticas para superar el actual sistema.
En este contexto, desde el PSOE quien contestó fue precisamente el exlehendakari Patxi López, ahora en su faceta de secretario de Acción Política, Ciudadanía y Libertades de su partido, censurando el consenso que alcanzaron Mas y Junqueras porque “niega la política y el diálogo”, y advirtiendo de que nadie puede proponer la independencia unilateralmente. A su vez, proclamó que su formación tiene para Catalunya un proyecto distinto de la “ruptura independentista” y del “inmovilismo del PP”, defendiendo que es tiempo de acabar con la “espiral de la confrontación”. Fue más allá al catalogar la estrategia diseñada por los dos líderes catalanes como “una imposición de tiranía” y amparándose en que el anhelo secesionista, según él, “ha perdido fuelle”. “El PSOE estará enfrente del soberanismo de manera radical y también del PP, que mantiene todo como está”, enfatizó López.
Manos Limpias anunció que incorporará el nuevo acuerdo soberanista, que incluye aprobar una Constitución catalana que sería ratificada en referendo, a la querella contra Mas que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por un presunto delito de desobediencia grave debido a la convocatoria del proceso participativo del 9 de noviembre.