Bruselas - Aunque el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, se llevó ayer de Bruselas algo de oxígeno con la promesa de las instituciones europeas de desbloquear 2.000 millones de euros en fondos regionales ya asignados a Grecia, la película de fondo no ha cambiado. El Gobierno griego tiene que enviar “en los próximos días” una lista completa de reformas concretas porque solo así podrá reunirse el Eurogrupo y tomar una decisión sobre un eventual desbloqueo de parte de la ayuda del rescate. “Cualquier desembolso solo será posible si las instituciones -la antigua troika- aprueban las conclusiones de la revisión, una vez que las reformas sean presentadas y evaluadas por las instituciones y la propuesta vaya al Eurogrupo”, zanjó la canciller alemana, Angela Merkel, que se reunirá este lunes con Tsipras en Berlín.
Casi un mes después de la decisión del Eurogrupo de prorrogar cuatro meses el rescate las negociaciones sobre las reformas siguen bloqueadas. De ahí que fueron muchos ayer los dirigentes europeos en aprovechar la cumbre de jefes de estado y de gobierno para recordarle a Tsipras que la pelota está en el tejado de Atenas y que tiene que cumplir, presentando esa lista detallada de reformas esencial para acceder a la ayuda financiera europea. “Se ha perdido demasiado tiempo desde el 20 de febrero y no hay más tiempo que perder”, recordaba el presidente galo, François Hollande, que espera que Atenas acelere ahora los trabajos y presente su propuesta final. “Cuanto más rápido se conozcan las reformas, cuanto más rápido se dé la información antes podrá el Eurogrupo tomar decisiones”, añadía.
Aunque Tsipras insistió en que no tienen problemas de liquidez a corto plazo, la sensación en el Consejo Europeo es que no podrán llegar a finales de abril. “No hay ningún problema de liquidez a corto plazo y ayer nos comprometimos y explicamos a nuestros compañeros que implementaremos de un modo rápido las reformas”, aseguró el primer ministro heleno sobre el encuentro político en petit comité mantenido anoche con Merkel, Hollande y la cúpula de dirigentes de la UE, entre los que estuvieron el presidente del BCE, Mario Draghi, y también el del Eurogrupo, Jeroen Dijjselbloem.
El encuentro, calificado de fructífero por Tsipras, sirvió para mostrar las grandes divergencias de opinión que persisten sobre cómo afrontar la crisis griega. Y es que Tsipras volvió a hacer hincapié en que no adoptarán nuevas medidas de austeridad. “No habrá una quinta evaluación (del programa de rescate). Grecia no adoptará ninguna medida de seguridad adicional”, insistió, recordando que es Grecia la encargada de elaborar su propio paquete de reformas y propuestas legislativas. “En la reunión con la canciller Merkel, el presidente Hollande y los representantes de las instituciones, les pregunté si esperan que complete esta quinta evaluación y aplique medidas que el señor Samaras (el ex primer ministro conservador) no fue capaz de aplicar. Y la respuesta fue no”, aseguró.
De la cumbre también sale una confirmación. La del presidente español, Mariano Rajoy, que quiere a Luis de Guindos como próximo presidente del Eurogrupo, una vez que expire el mandato del actual responsable, el holandés Jeroen Dijsselbloem, el próximo 1 de julio. Esto significa que España luchará por el puesto con el ministro holandés que ya ha expresado su interés por renovar el mandato. “Ya somos al menos dos”, respondió Rajoy sobre la candidatura holandesa. Según Rajoy, el ministro español cuenta con el apoyo de Alemania. “No hay razones que indiquen lo contrario”, aseguró al término de la cumbre de primavera.