madrid - El ministro de Defensa, Pedro Morenés, protagonizó ayer un agrio enfrentamiento dialéctico en el Pleno del Congreso con la diputada de UPyD Irene Lozano, a la que acusó de bajeza moral e incluso mandó callar con el gesto de ponerse el dedo en la boca cuando esta denunciaba las situaciones de acoso sexual en el Ejército. El ministro aseguró que su departamento y las Fuerzas Armadas mantienen una política de “tolerancia cero” con el acoso sexual, mientras que UPyD reclamó su dimisión por el caso de la capitán Zaida Cantera, de baja médica tras denunciar acoso sexual y laboral en el ejército por parte de el coronel Isidro José de Lezcano-Mújica, que fue condenado a dos años y diez meses de prisión por los hechos. La capitán, hoy comandante, debió pasar por el trance de escuchar desde la tribuna de invitados al ministro, que en lugar de realizar autocrítica defendió a la cúpula militar.
Con la protagonista sentada en la tribuna del hemiciclo, el titular de Defensa negó el acoso sexual y laboral en las Fuerzas Armadas y aseguró que el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas “son tenaces en la lucha por la igualdad y la dignidad de la mujer” y “ejemplo” en la OTAN y otras organizaciones internacionales. “La incidencia de estos delitos que el ministro de Defensa y las Fuerzas Armadas lamentan profundamente es un 400% menor que en la sociedad en general, y son perseguidos juzgados y condenados”, sentenció.
El titular de Defensa fue más allá y acusó a Lozano de “bajeza moral” y le pidió que “deje de manchar el buen nombre de las Fuerzas Armadas en su búsqueda de autopromoción en la venta del libro”, en referencia al escrito sobre el tema por la diputada y publicado la semana pasada.
La parlamentaria de UPyD afirmó que “hay muchas zaidas en el Ejército de Tierra” y pidió la dimisión a Morenés, a quien acusado de negar su ayuda y “no mover ni un dedo”. Tras culpar al ministro de añadir mentiras sobre este caso, le pidió que acelere el expediente abierto sobre la petición de baja de Zaida porque “lo único que ella quiere es salir”. “Un caso como este no puede volver a repetirse”, insistió Lozano, quien advirtió de que “hay sádicos que aún quieren seguir torturando psicológicamente a la comandante”.
cruce en los pasillos Posteriormente, Morenés pidió “disculpas” en el hemiciclo por haber mandado callar poco antes a la diputada de UPyD con el gesto de ponerse un dedo en la boca durante el debate. Ya en los pasillos, Morenés rechazó la acusación de “machista” y de que “empatiza con los abusadores” que le había lanzado Lozano. La diputada Lozano recibió en los pasillos el apoyo de diputados de otros grupos de la oposición, como el socialista Pedro Saura, que tildó de “patético” al ministro y censuró sobre todo su gesto de imposición de silencio. Además, diputados del PSOE tacharon en las redes de facha, indigna, prepotente y chulesca la respuesta de Morenés. También el diputado de IU Gaspar Llamazares tildó de “vergonzosa” la actuación de Morenés, que a su juicio “debería haber sido cesado antes y ahora con más razón”.
Al término del pleno, Zaida Cantera agradeció a la sociedad su respaldo a la “dignidad” de las mujeres militares. No quiso hacer más declaraciones puesto que supondría una falta que podría desembocar en su expulsión del Ejército. Quién sí habló fue su marido, quien tildó de “sinvergüenza” a Morenés y lamentó que las mujeres del PP hayan aplaudido la réplica del ministro, quien según reconoció Defensa desde que tomó posesión de su cargo ha firmado 32 contratos con empresas de las que él mismo fue consejero hasta 2009 y representante hasta 2011, según se desprende de la respuesta del Gobierno a una pregunta de Amaiur.