Kiev - Al cumplirse justo un año de la huida a Rusia del entonces presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, y la llegada al poder de la antigua oposición europeísta, Kiev y Moscú, enfrentados por la guerra en el este prorruso, protagonizaron ayer también una batalla de gestos.

El aniversario de aquel traspaso de poder, que para Kiev fue el resultado de una revolución popular y para Moscú un golpe de Estado contra un presidente democráticamente elegido, fue marcado en ambas capitales con distintos actos de fuerte valor propagandístico.

En la céntrica plaza Mijailovski de Kiev, con el fondo de las cúpulas doradas del Monasterio de San Miguel, el jefe del Comité de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania, Alexandr Turchinov, inauguró una exposición de blindados y armamento pesado que “demuestra la participación de Rusia” en el conflicto del este del país. “Aquí pueden ver armas, vehículos blindados que abandonaron los separatistas o que fueron capturados por nuestros soldados en el este de nuestro país. Esta técnica militar rusa está matando a nuestros ciudadanos, a nuestros militares y civiles”, dijo Turchinov ante la prensa nacional e internacional. Lo que no dijo Turchinov es que también gran parte del armamento ucraniano es de fabricación rusa. Por lo que el incautado por los rebeldes a Kiev es ruso.

En la muestra hay, por ejemplo, “lanzagranadas con fecha de 2014, que no son producidos en Ucrania y que fueron capturados por los militares durante la operación de Debaltsevo”, la estratégica localidad que tomaron los rebeldes esta semana, en la peor derrota militar ucraniana en diez meses de conflicto.

Liderar las protestas Entretanto, el derrocado Yanukovich reapareció ayer con varias entrevistas a televisiones rusas para anunciar que quiere volver a Ucrania “para liderar un movimiento de protestas y participar en la defensa de la población”. “En cuanto tenga la posibilidad, volveré y haré todo lo que esté en mis manos para aliviar la situación en Ucrania”, dijo Yanukovich, de 64 años, en el Canal Uno de la televisión rusa.

En otra entrevista, el exlíder ucraniano pidió a las nuevas autoridades del país que “dejen de humillar a la población del este de Ucrania” y que “garanticen la autonomía” de las regiones orientales, gran parte de las cuáles están controladas por las milicias separatistas. “Puedo decir que le esperamos con impaciencia. Cuanto antes venga, mejor será para Ucrania. Pero no estoy tan seguro de que sea lo mejor para él. En el mejor de los casos, encabezará desde la cárcel un movimiento de protesta”, se apresuró a responder el actual mandatario ucraniano, Petró Poroshenko.

Ucrania ha pedido a Rusia la detención del expresidente y la Interpol ha emitido una orden de búsqueda internacional por una serie de delitos financieros que le imputa la Justicia de su país.