Madrid - Una mujer testificó ayer en un juicio en la Audiencia Nacional que vio cómo una pareja disparaba en la nuca al catedrático Manuel Broseta cuando cruzaban un paso de peatones junto a la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia el 15 de enero de 1992. La fiscalía responsabiliza de estos hechos a Juan Jesús Narvaez Goñi, Pajas, y su pareja, Itziar Alberdi Uranga, María, extraditados desde México en febrero de 2014. La pareja llevaba 22 años residiendo en Puerto Vallarta, donde hacían una vida normal. Ambos negaron su participación en el atentado.

La testigo, que entonces era estudiante de Económicas y que esa mañana se dirigía a clase, aseguró que cuando cruzaba el paso de peatones vio como un hombre y una mujer aceleraban el paso y se acercaban por detrás a la persona que iba por delante de ella. Según su versión, “el hombre sacó del bolsillo un revólver y le disparó a corta distancia haciéndole una quemadura muy grande en la nuca a la víctima, que cayó desplomada al suelo”. “Me asusté mucho, tenía delante al pistolero y a la mujer pegada a él hombro con hombro, buscaba una escapatoria pero me vi atrapada; noté que alguien me cogía el brazo, vi la pistola de la que salía humo y el hombre, al sentir que tropezaba con alguien en su huida, me dio un manotazo y me tiró al suelo”, recordó.

El fiscal, que pide para ambos 56 años de prisión, señaló que los acusados estaban integrados entre 1991 y 1992 en el comando Ekaitz de ETA y recibieron de la dirección de la banda las instrucciones para acabar con la vida de Broseta. Al catedrático, según el relato del fiscal, le consideraban un objetivo primordial porque era “no solo un profesor de universidad, sino también miembro del Consejo de Estado español, responsable de la Ley de Armonía de las Autonomías y miembro del consejo de administración de varios bancos”. A su juicio, ha quedado “suficientemente probado” que Narvaez y Alberdi fueron las dos personas que acabaron con la vida de Broseta. - Efe