bilbao - Podemos cerró el sábado a la noche su proceso de constitución a nivel autonómico y desveló al fin quién liderará el partido en suelo vasco. Roberto Uriarte, de la candidatura Euskal Hiria impulsada desde la Universidad del País Vasco, protagonizó ayer su primera comparecencia tras esas votaciones, ya enfundado en el traje de secretario general de la formación. Uriarte apuntó los retos más inmediatos a los que se enfrenta un partido joven que aún carece de estructura, locales, medios humanos y materiales, tal y como reconoció en una rueda de prensa ofrecida en Bilbao. Unas carencias que en buena medida condicionarán sus próximas decisiones y conducirán a Podemos a pensárselo dos veces antes de arriesgar su crédito sellando alianzas de gobierno tras las próximas elecciones municipales y forales de mayo.
La formación ya decidió a nivel estatal que no pelearía por los ayuntamientos con su propia marca, precisamente porque aún carecía de estructura suficiente para presentar en todas las localidades planchas fiables y sin infiltrados que provinieran de los partidos tradicionales. En Euskadi las sospechas se centraron en Ezker Batua. A lo sumo, apoyaría o impulsaría candidaturas ciudadanas que compartieran sus principios. En la CAV se han dado pasos en esa dirección en Portugalete y Santurtzi, y en Bilbao debatió ayer mismo al respecto. Sin embargo, aún no ha decidido si se presentará a las forales para competir por las diputaciones, un debate que abordará previsiblemente esta semana la ejecutiva vasca. La encuesta realizada en octubre por el Gobierno vasco concedía cinco escaños al partido en las Juntas Generales de cada uno de los tres territorios, y recientes sondeos han ido más allá y prevén su victoria en Araba. Podrían ser decisivos en los acuerdos de gobernabilidad, si bien Uriarte precisó ayer que la política de alianzas “es una decisión que deben tomar todos los inscritos en referéndum” y no sus dirigentes aunque, en cualquier caso, la consigna pasa de momento por “no entrar demasiado en políticas de alianzas” si no ganan las elecciones municipales hasta no tener afianzadas las estructuras del partido.
No sellar alianzas podría servir a Podemos para preservar su papel de oposición y su vitola de formación crítica con la vieja política. Dentro de las alianzas posibles, además, una entente con la izquierda abertzale a nivel local podría ser utilizada desde la opinión pública española más cercana al PP para tratar de perjudicar a Pablo Iglesias en su carrera hacia la Moncloa. En Nafarroa podría tener un problema mayor, ya que la comunidad foral celebrará sus elecciones autonómicas en mayo, y desde distintos ámbitos se asume ya que Podemos está llamado a jugar un papel clave para desalojar a UPN, contando para ello con Geroa Bai y EH Bildu. La secretaria del partido en el territorio, Laura Pérez, triunfó sobre el candidato oficial Joan Bosch, y es precisamente la que ha dejado más clara su apuesta por no pactar con UPN ni PSN, lo que en buena lógica abre la puerta a que teja alianzas con la izquierda abertzale y Geroa Bai, aunque pedirá su opinión a la militancia. Ayer, Pérez apostó por trabajar con quien persiga sus mismos objetivos, y se negó a entrar en el “discurso del miedo, de que todo sea ETA”. La opción ideal para Podemos podría pasar por gobernar, llevar el control para desplegar su programa y no ser muleta del partido que gobierne.
Uriarte se ha hecho con las riendas de Podemos en la CAV al imponerse al candidato Luis Ángel Sánchez de Lachina, de Orain Ahal Dugu, en teoría la opción favorita, la más alejada de la dirección estatal de Pablo Iglesias, vinculada con Izquierda Anticapitalista y con importantes apoyos orgánicos por parte de veinte secretarios generales municipales y del líder en Bilbao, Lander Martínez. Uriarte también se impuso a Sí se puede Euskadi baita ere, liderada por Iratxe Osinaga, la aspirante que hizo campaña reivindicándose como la opción más cercana a Iglesias y que ha terminado quedando incluso por delante de Sánchez de Lachina y haciéndose un hueco en el consejo de la CAV al encontrarse entre los candidatos más votados, un asiento que no ha logrado el líder de Orain Ahal Dugu. De los 10.300 inscritos, solo votaron 3.142, de los cuales 2.473 fueron votos válidos. Uriarte logró 968.
Su equipo hizo autocrítica ayer por los datos de participación, “no muy altos”, que atribuyó en buena medida a la “brecha digital”. Aun así, se mostraron “muy contentos” con el resultado y, según recalcó Ana Viñals, el partido se felicita por que el consejo ciudadano resultante sea “plural e inclusivo”, con veinte representantes de Euskal Hiria, siete de Sí se Puede Euskadi baita ere, y otros siete de Orain Ahal Dugu. En su momento acordaron dejar libres algunos puestos en las listas para que, ganara quien ganase, pudieran incorporarse integrantes de las otras opciones. En el proceso de votación, además, se votó por un lado el secretario general y, por otro, los miembros de la ejecutiva. Los inscritos optaron por no votar listas cerradas, sino nombres concretos, lo que también ha favorecido esa pluralidad en la ejecutiva vasca. La propia Viñals, que compareció ayer con Uriarte, fue la más votada del consejo ciudadano.
Uriarte matizó que aún no se ha fijado fecha para la primera reunión del consejo, aunque se producirá “en los próximos días”. Una de sus primeras tareas pasará por decidir si se presenta a las forales y, en ese caso, de qué forma. La decisión se adoptará en contacto con los consejos ciudadanos municipales, y también con la ejecutiva estatal. En cualquier caso, cargos de Podemos aseguraban a este periódico meses atrás que todo apuntaba a que se presentarían a las elecciones forales y, además, con su propia marca, porque habían percibido gran interés por parte de los círculos ciudadanos en pelear por las diputaciones.
Sobre la política de alianzas a nivel municipal, aseguró que la decisión quedará en manos de los militantes, que serán consultados en referéndum. Aun así, abogó por, “al menos hasta no tener más afianzadas nuestras estructuras”, en caso de no ganar las elecciones, “no entrar demasiado en políticas de alianzas y, mucho menos, en políticas de alianzas que sean sobre el reparto de prebendas; cualquier apoyo será en base programática”.
Independencia Uriarte repitió que no está en su ánimo arrancar un proceso independentista pero que, si los nacionalistas vascos “deciden que quieren empezarlo”, abogaría por hacerlo con garantías y con respeto a las minorías. Uriarte firmó un artículo en Público con otros candidatos apostando por buscar una vía para materalizar el derecho de autodeterminación dentro de los métodos previstos en la Constitución si lo pide una mayoría clara del Parlamento. Además, se refirió a las informaciones sobre la regularización fiscal de Juan Carlos Monedero. “Cuando uno se enfrenta a los poderes fácticos y cree que hay que cambiar la política de los poderosos, sabe que tiene al enemigo enfrente”, dijo.