GASTEIZ - El PNV se convirtió ayer en centro de las críticas de ETA, que a través de un comunicado reprendió la actitud de los jeltzales por “favorecer la represión” del Estado español con los presos, además de acusar al Gobierno del PP de querer mantener encarcelados “como sea” a los reclusos. La organización armada aludió al fallecimiento de Josu Uribetxebarria, a quien consideraron una víctima “violentamente torturada” por sufrir quince años de dispersión en distintas cárceles y siete enfermo entre rejas, confiando en que sea “el último al que se lleva la crueldad” y en que sea ya “la hora de empezar a soltar las cadenas”. A juicio de ETA, “querían matarlo en la cárcel hasta que la dura lucha por su dignidad y la solidaridad ciudadana lo llevaron a la libertad”, si bien “el hostigamiento no cesó y hasta el último momento siguieron los intentos de encarcelarle hasta que su cuerpo se apagó”. Añade en su comunicado que “el hambre de venganza anda buscando alimento”, razonándolo en la operación Mate contra los abogados de los presos que, según ETA, el Gobierno Vasco “se ha limitado a criticar” por la “falta de lealtad” del Ejecutivo de Rajoy al no haberle informado del operativo, en lugar de haber “denunciado la vulneración de derechos humanos” que supuso.

ETA piensa que “hay quien ha condimentado el plato” de esta operación al dar pábulo a tesis policiales que “desfiguran el trabajo de los abogados y les imputan controlar a los presos”.“Los que están a punto de salir y los que acaban de salir, todos a la cárcel”, ironiza ETA, para quien se “están inventando nuevas vías” para perpetuar este escenario, dado que “los abusos de España no tienen límites y su podrido sistema jurídico-institucional no tiene solución”. La organización armada atribuye todo ello a una actitud “vengativa” del Estado con un objetivo político: “Mantener a los presos políticos vascos como rehenes para que Euskal Herria siga presa en España”. En su comunicado, donde no hace una sola referencia a su proceso de desarme, se limita a esperar que finalmente se salga “de esta loca espiral que quiere España”.

Desde el Ejecutivo de Urkullu lamentaron que ETA se coloque a estas alturas del proceso de pacificación con una nota pública que “no incluye nada nuevo y omite lo que debería hacer, anunciar su disolución”. El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, le recordó a la banda que “todo lo que diga es algo que no interesa a la sociedad vasca ni debe ser considerado por las instituciones”. El presidente del EBB, del PNV Andoni Ortuzar, replicó a ETA que la ciudadanía “quiere soltar para siempre el lastre” que supone la mera existencia de la organización, y destacó que “ni ETA ni sus militantes pueden exhibir su pasado como un servicio a Euskadi cuando solo han traído violencia, sufrimiento y pobreza”. “ETA carece de relevancia e influencia en la política vasca, sus comunicados son para exclusivo consumo interno”, zanjó.

La secretaria general del PP de la CAV, Nerea Llanos, situó la nota como “una más a los que nos tiene acostumbrados para hacernos ver que aún está ahí”. “Ante esto ETA debe disolverse, reconocer el daño causado y colaborar en el esclarecimiento de los crímenes cometidos y que no están resueltos”. El líder de UPyD, Gorka Maneiro, instó a Madrid a “actuar y detener a los delincuentes”, y a que “dé los pasos necesarios para disolver” la banda”. El colectivo de víctimas Covite deseó que “el próximo comunicado de ETA se escriba desde la cárcel”.