De hecho, ya hay una historia oficial. Si no, Iñaki Oyarzábal no hubiese dicho lo que dijo sobre el 3 de marzo. Hay tics que aún se mantienen”, opina el historiador Iñaki Egaña, que quiere huir de los relatos únicos, porque son un “error”. “La memoria es lo que rescatamos de la historia y debemos intentar que todo ello sea lo más objetivo posible y para que haya objetividad tiene que haber acceso a archivos, sin manipulaciones”, afirma. Considera, además, que siempre habrá subjetividad, pero lo básico es “conocer la verdad”. “Hay una máxima internacional: verdad, justicia y reparación; hay un sector muy importante que todavía está en el primer apartado, conocer la verdad”, dice.