parís - El presidente de Francia, François Hollande, aseguró ayer lunes que los ciudadanos de España y Grecia “han pagado un alto tributo” para seguir en la zona euro y ha achacado el auge en Europa de “fuerzas de izquierda” e incluso “radicales” a las medidas de austeridad adoptadas en los últimos años. Hollande insistió en una entrevista con France Inter que “Europa no debe ser identificada con austeridad” y subrayó que, desde que llegó al Elíseo en 2012, ha dado “prioridad” a las políticas de “crecimiento”. “Esto no impide reducir el déficit público”, apostilló, si bien llegó a admitir que Francia no ha “respetado” al cien por cien las reglas en materia presupuestaria. El mandatario galo considera que “países como España y Grecia han pagado un alto tributo para preservar la zona euro y seguir en ella”, lo que se ha traducido en la irrupción “fuerzas de izquierda, a veces radicales”. Hollande no se refirió a ningún partido político en concreto pero, en el caso griego, evitó defender una opción de voto en las elecciones parlamentarias de finales de mes. En este sentido, dijo que Grecia es “libre” para decidir su Gobierno de forma “soberana”.

Después de que se hiciesen públicas unas declaraciones de la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la posible salida de Grecia de la moneda única, Hollande también apuntó que corresponde únicamente a los griegos “decidir”. El presidente francés descartó especular con lo que pasaría si, como apuntan las encuestas, Syriza se impone en las elecciones.

Hollande, señaló que quiere movilizar a los once países europeos que trabajan en la tasa sobre las transacciones financieras para que entre en vigor “en 2016 o como muy tarde en 2017”. Hollande explicó que ha encargado a su ministro de Finanzas, Michel Sapin, que reúna a sus homólogos de esos once países este mismo mes de enero para trabajar en ese impuesto, cuya recaudación tendría que ponerse “al servicio del clima, de la lucha contra el calentamiento climático”.

Dijo que la base imponible tiene que ser “la más amplia posible” porque es mejor que todos los productos financieros estén grabados “con una tasa débil para que no haya desorganización de los mercados”. La banca francesa ha intervenido en los últimos meses ante el presidente para advertirle de que un tipo de gravamen elevado correría el riesgo de desplazar actividades de mercado de la plaza de París en particular a Londres, puesto que los británicos no están dispuestos a unirse al impuesto. - Efe