iguala/méxico - Los rostros de los 43 estudiantes que desaparecieron hace tres meses en el estado mexicano de Guerrero regresaron ayer a la ciudad de Iguala, donde sus familiares reclamaron justicia y su aparición con vida. Grandes carteles con fotografías de los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa acompañaron una multitudinaria marcha en Iguala, donde hace tres meses policías corruptos dispararon contra decenas de estudiantes y causaron la muerte de tres de ellos y de otras tres personas. Además, la noche del 26 de septiembre 43 estudiantes fueron detenidos por ese perfil de policías y entregados al cártel Guerreros Unidos, que presuntamente los asesinó e incineró en un municipio vecino a Iguala, una versión en la que no creen los familiares.

“Martín, tu familia te espera”, señalaba una de las decenas de pancartas que se vieron en la movilización, que salió de la central de Abasto con rumbo a la plaza principal de Iguala. Unos mil manifestantes recorrieron la vía donde los jóvenes fueron atacados por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, quien -según la investigación oficial- pensó que los estudiantes buscaban frustrar un acto encabezado por su esposa, María de los Ángeles Pineda. “Tus armas asesinaron a mis hermanos. 43, vivos los queremos”, corearon los familiares durante la marcha.

cura asesinado Precisamente ayer, un sacerdote católico que había sido secuestrado el pasado domingo en el sureño Guerrero fue hallado muerto con un tiro de gracia, informaron fuentes eclesiásticas.

La diócesis de Ciudad Altamirano, que calificó de “aberrante” el asesinato, indicó en un comunicado que el cuerpo de Gregorio López Gorostieta iba a ser trasladado a su parroquia en Nanchititla. Según el Centro Católico Multimedial, el cuerpo sin vida de López fue localizado el jueves, en un paraje cerca de Ciudad Altamirano. Conocido como el padre Goyo, había sido secuestrado el día 21 por personas armadas que ingresaron al seminario de Ciudad Altamirano, adonde había llegado para participar en varios actos religiosos.

El obispado de Ciudad Altamirano hizo ayer un llamamiento “a todas las autoridades federales, estatales y municipales para que se aclaren los hechos y se haga justicia de la muerte de tantos hermanos y hermanas en el estado de Guerrero”. - Efe