MADRID - Militantes críticos de UPyD, agrupados en una corriente interna denominada Cex, exigieron ayer la dimisión de Rosa Díez al frente de la formación y la convocatoria de un Congreso Extraordinario antes del 31 de enero de 2015 que sirva para reestructurar el partido con la vista puesta en las municipales y autonómicas de mayo. Liderado por el eurodiputado Enrique Calvet, este movimiento -que asegura haber recibido el apoyo de un millar de militantes- considera que UPyD ha perdido el espacio de tercera vía entre el bipartidismo de PP y PSOE y el “populismo” que representa Podemos. Y por ello, cree que debe convocar una asamblea que renueve toda la dirección y que concluya “con las baterías cargadas, nuevos mensajes y nuevos métodos”.

Un ejemplo del “fracaso” de UPyD, según Calvet, es la cifra de afiliación, que se sitúa alrededor de los 6.000 militantes. “Un partido que nace para cambiar España y después de siete años tiene no tiene 50.000 militantes, no hace nada. 6.000 es una birria impresentable No sé cómo se puede tener el cuajo de no dimitir [Rosa Díez] de un puesto de dirección por esto”, argumentó. Los miembros de la iniciativa Cex creen que la líder de UPyD ha sido la principal responsable de que no fructificara el acuerdo con Ciudadanos. - E.P.