Donostia - La negociación presupuestaria de las Cuentas forales del próximo año entra en su fase decisiva. Una vez que ayer quedaron fijadas las tres enmiendas a la totalidad que la oposición en pleno (PNV, PSE y PP) ha registrado estos días, la atención está puesta en si el Gobierno foral moverá ficha para atraer el apoyo de alguna de estas formaciones.

Junto a las enmiendas a la totalidad, que si no hay cambios prosperarán en el pleno fijado para el día 10, los partidos políticos también registraron las enmiendas parciales. Estas modificaciones serán las que definan el margen final para un acuerdo que PNV, PSE y PP reconocían de nuevo ayer “muy difícil”, pese a que el diputado general, Martin Garitano, mostrara el domingo su intención a abrir una nueva ronda de contactos.

Fuentes jeltzales insistieron en que afrontan la semana “sin muchas esperanzas ante las pocas opciones que hay” de que haya cambios sustanciales en un proyecto que ven “muy mal”. Según el PNV, que registró 72 enmiendas parciales, “no presenta nada claro” sobre los planes anticrisis, tal y como recogen las últimas normas forales aprobadas en las Juntas.

El portavoz juntero y candidato a diputado general, Markel Olano, ya anunció el sábado que la lectura del PNV sobre las cuentas “no puede ser más negativa ni más crítica”, puesto que “Bildu no es capaz de desarrollar una lucha efectiva contra la crisis y la Diputación se ha convertido en un obstáculo para la recuperación económica del territorio”.

Además, las relaciones entre el Ejecutivo foral y la bancada jeltzale, que facilitó el primer y el último presupuesto de lo que llevamos de mandato, no pasan por su mejor momento, más después del cruce de declaraciones derivado a la querella interpuesta por el Gobierno foral a cuenta de unas obras en la AP-1.

El PSE, por su parte, ya anunció la semana pasada que no estaba dispuesto a volver a ser el apoyo del Ejecutivo como lo fue en la aprobación de los presupuestos correspondientes al año 2013. El concejal donostiarra y candidato a diputado general, Denis Itxaso, aseguró que “la Diputación no quiere escuchar y se niega a aplicar lo que la mayoría parlamentaria consensúa. La de Bildu es una Diputación que es incapaz de concitar acuerdos para resolver los grandes temas pendientes en Gipuzkoa, sobre los que existía un amplio consenso político fruto del trabajo y del pacto años atrás”.

Una posición que comparte el PP, que ha registrado 94 enmiendas parciales. En palabras de su portavoz juntero, Juan Carlos Cano, los populares no pueden apoyar el proyecto que “ha reducido, desde el inicio de la crisis, un 30% su disponibilidad presupuestaria y en el que el Ejecutivo, voluntariamente, no invierte en emprendimiento, empleo, dinamismo y colaboración público privada”.

Según explicó, “es la gran mentira de Bildu: dicen que están en política para desarrollar políticas sociales pero luego hay en sus presupuestos una ausencia total de impulso a la actividad empresarial, cuando es precisamente gracias a esta como se sustentan las políticas sociales”.

“No es coherente” La Diputación, por su parte, apeló a la “responsabilidad” de los demás partidos porque, según señaló en Info7 la portavoz, Larraitz Ugarte, “no sería coherente” una prórroga presupuestaria “porque no se puede permitir que una cuarta parte de la legislatura esté condicionada porque estemos en periodo preelectoral”.

No obstante, hace tres meses, el diputado general ya contempló el ambiente preelectoral al ser cuestionado por las cuentas. Aun así, se mostró “convencido” de que Gipuzkoa tendrá presupuestos en 2015: “Si no fuera así, que puede darse el caso porque estamos en periodo preelectoral, no sería una catástrofe”.