barcelona - El mismo día en el que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, visitaba por primera vez Catalunya tras la celebración de la consulta del 9-N, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) celebró en Cornellà de Llobregat (Barcelona) una jornada de trabajo de la que salió la Declaración de Noviembre, que sienta las bases del camino a seguir y su posición ante la hoja de ruta soberanista del presidente Artur Mas.
Así, la ANC, entidad convocante de las manifestaciones multitudinarias del 11 de septiembre de los tres últimos años, defendió ayer la convocatoria de unas elecciones autonómicas de carácter plebiscitario en febrero del año próximo con una lista “unitaria y transversal” de las fuerzas soberanistas.
La presidenta de la ANC, Carme Forcadell, leyó ante un auditorio de más de 1.000 personas esta declaración, que mantiene que después del 9-N es necesaria la convocatoria de elecciones autonómicas de carácter plebiscitario “para tener un mandato democrático claro y definitivo, que avale que la mayoría social del pueblo catalán quiere la constitución de un Estado catalán”.
Según la declaración, la fecha de la celebración de estas elecciones ha de hacerse pública “lo antes posible”, con la finalidad de que el nuevo Parlament esté constituido durante la primavera del próximo año. Por ello, propone convocar las elecciones el próximo mes de febrero, una convocatoria que cree posible “si las fuerzas políticas y sociales que damos apoyo a este proceso nos ponemos a trabajar inmediatamente”.
El texto aprobado califica de “buen punto de partida” la hoja de ruta que el presidente Artur Mas dio a conocer el pasado 25 de noviembre de cara a lograr una amplia unidad política y social alrededor de una candidatura transversal que tenga como principal objetivo la consecución de la independencia lo antes posible.
La ANC marca como principales ejes de trabajo la acción política, la pedagogía sobre los beneficios de la independencia, la creación permanente y progresiva de espacios de soberanía y la movilización.
Por su parte, la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, reprochó a Rajoy que en su primera visita a Catalunya hubiera ido a “hacer un mitin” en el que ella no había escuchado ninguna propuesta, sino sólo “descalificaciones” hacia “un proceso ejemplar de democracia y transparencia”, como fue, a su juicio, el 9-N. Ortega consideró “una falta de respeto” que “no se permita a los ciudadanos expresarse” y que “se imponga un tipo de sociedad”.
lecciones de democracia Desde las filas de ERC, el líder de esta formación en el Congreso de los Diputados, Alfred Bosch, replicó el discurso de Rajoy de ayer asegurándole que Catalunya sí sabe qué es la pluralidad y que no debe preocuparse por eso: “Sabemos cómo ponernos de acuerdo para avanzar juntos de forma consensuada”. En un comunicado, defendió la unidad en el proceso soberanista recurriendo a una metáfora: “Para coger el arroz va mejor un tenedor que una aguja por grande que sea. Y aunque el tenedor tenga un mango, si tiene varias puntas siempre cogerá mucho más arroz”.
Bosch no cree que Rajoy pueda convencer a los catalanes con discursos como el de ayer, porque ha querido dar lecciones de democracia y pluralidad cuando el Parlament es mucho más plural que el Congreso con mayoría absoluta del PP, según él. “Venir aquí con amenazas, con mano dura diciendo que no habrá diálogo con nadie no creo que pueda enamorar a ningún catalán más”, le replicó irónicamente. - Efe/E.P./DNA