MADRID - Lo que no pudo lograr su cuestionada gestión en la crisis del ébola lo ha conseguido la trama Gürtel. Ana Mato presentó ayer su dimisión después de que el juez Pablo Ruz propusiera en su auto juzgar a la ya exministra de Sanidad como partícipe a título lucrativo de las actividades de la trama Gürtel por haber “disfrutado” o haberse “beneficiado, sola o en compañía” de su exmarido, el exalcalde de Pozuelo de Alarcón Jesús Sepúlveda (PP), de “servicios turísticos, pago de eventos familiares y otros artículos de de uso particular” sufragados por la presunta organización criminal liderada por Francisco Correa. De acuerdo con el artículo 122 del Código Penal, el magistrado considera a Mato “partícipe a título lucrativo” de los regalos de la red Gürtel, lo que supone que, si bien no se la acusa de ningún delito, podría ser enjuiciada como responsable civil para que restituya el dinero del que presuntamente se ha beneficiado.

Aunque a primeras horas de la tarde en el entorno de Ana Mato se aseguraba que no tenía intención de renunciar a su cargo, una reunión mantenida con el presidente del Gobierno español desembocó en su dimisión irrevocable. Y es que el auto del juez de la Audiencia Nacional vio la luz apenas 24 horas antes de que Rajoy comparezca hoy en el Congreso para explicar sus medidas anticorrupción, lo que colocaba al presidente del Ejecutivo del PP en una situación muy complicada con Ana Mato sentada en el banco azul cuando todos los grupos de la oposición habían exigido su cese o dimisión.

Acorralado por casos como la operación Púnica, las tarjetas opacas de Caja Madrid, el tercer grado a Jaume Matas o el inminente ingreso en prisión de Carlos Fabra, a Rajoy no le quedaba ayer más remedio que tomar alguna medida para calmar la indignación popular por los casos de corrupción, y esa medida no era otra que desprenderse de Ana Mato.

La ministra dimisionaria comunicó su decisión a través de una nota pública. El comunicado rezaba: “Tras la publicación del auto del magistrado juez Pablo Ruz de 26 de noviembre de 2014, quiero manifestar que: El auto en ningún caso me imputa ningún delito ni me atribuye responsabilidad penal alguna. Señala que no he tenido conocimiento de ningún delito que se haya podido cometer. Se limita a comunicarme la resolución a efectos meramente civiles como consecuencia de mi situación familiar en el momento en el que supuestamente se produjeron los hechos. He decidido presentar mi dimisión como ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. No quiero, bajo ningún concepto, que mi permanencia en esta responsabilidad pueda ser utilizada para perjudicar al Gobierno de España, a su presidente ni tampoco al Partido Popular. Quiero agradecer especialmente al presidente del Gobierno su confianza, así como a los miembros del Consejo de Ministros y a todos los compañeros de mi partido” .

La decisión del juez Ruz, dada a conocer en un auto de 205 folios, contaba con el beneplácito del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, quien afirmó en los pasillos del Congreso que comparte el criterio del magistrado de considerar a Mato partícipe a título lucrativo de las actividades de la trama Gürtel.

Cuatro años de prebendas Ruz apunta en su auto que entre 2000 y 2004 Ana Mato se benefició junto a su entonces marido de “regalos en forma de servicios turísticos que comprenden tanto desplazamientos en medios de locomoción como alojamientos en establecimientos hoteleros en España y en el extranjero, y otros servicios turísticos”. El magistrado, que pide a la ministra que se persone en las actuaciones en calidad de responsable civil como partícipe a título lucrativo y designe abogado y procurador, concreta que el conjunto de viajes disfrutado por Sepúlveda habría tenido un coste de 50.331,82 euros en este periodo, de los cuales al menos 31.580 habrían servido para sufragar desplazamientos de otros miembros de su familia.

Estos gastos fueron asumidos por la empresa Pasadena Viajes en una cuenta de la que era titular Sepúlveda y que fueron cargados a la caja B de la trama Gürtel. De esta forma, el conjunto de servicios prestados por la empresa al exalcalde de Pozuelo generaban “un cobro ficticio, puesto que en lugar de desembolsarlos” el exregidor, eran “abonados con fondos ajenos a los circuitos económicos de la organización”.

Pablo Ruz propone sentar en el banquillo a 43 personas, entre las que se encuentran los extesoreros del PP Luis Bárcenas, Álvaro Lapuerta y Ángel Sanchís. También están imputados el exconsejero de Deportes de la Comunidad de Madrid Alberto López Viejo; los exalcaldes de Majadahonda Guillermo Ortega y Pozuelo de Alarcón Jesús Sepúlveda, el exdiputado Jesús Merino, y los presuntos líderes de la trama, Francisco Correa y Pablo Crespo. El juez imputa indiciariamente a estas 43 personas los delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, fraude a la administración pública, falsedad documental, delitos contra la hacienda pública, blanqueo de capitales, estafa, apropiación indebida y asociación ilícita en el ámbito de la contratación. Además, y al igual que el caso de Mato, el juez Ruz considera que el Partido Popular se lucró de las actividades de la trama Gürtel.

Rajoy solo pudo encontrar consuelo en el hecho de que el magistrado de la Audiencia Nacional haya acordado el sobreseimiento de la causa para el exsecretario general del PP Ángel Acebes en el marco del caso Gürtel, aunque por el momento continuará imputado en la pieza separada en la que se investiga la supuesta contabilidad B de la formación de Génova por autorizar la compra de acciones de Libertad Digital.

remodelación Hasta que Rajoy nombre sucesor, será la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría quien se hará cargo de la cartera de Sanidad. Mato es la tercera persona que abandona el Ejecutivo. En mayo, Miguel Arias Cañete dejó la cartera de Agricultura al ser elegido eurodiputado. El 23 de septiembre, el entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, dejaba el cargo tras la retirada de la reforma de la ley del aborto. Su sustituto al frente del Ministerio fue Rafael Catalá.