Pamplona - Patxi Zabaleta dejará de estar al frente de Aralar en el congreso que esta formación clausurará el 15 de noviembre en Pamplona. El que ha sido el coordinador general del partido desde su fundación en junio de 2001 renuncia al liderazgo en lo que es otro paso hacia un segundo plano en la vida política, de la que ha participado de forma activa desde los inicios de la Transición. Zabaleta, que el pasado mes de mayo cumplió 67 años, anunció recientemente que tampoco optará a renovar el escaño en el Parlamento foral que mantiene de forma ininterrumpida desde 2003 y que también ocupó entre 1991 y 1999.
El impulsor de Aralar cederá ahora el testigo a Rebeka Ubera. La actual secretaria de Organización será elegida el próximo día 15, salvo sorpresa mayúscula, la nueva coordinadora general. Zabaleta, sin embargo, continuará siendo un referente en Aralar, partido que le nombrará presidente honorífico. Simultáneamente Ubera se pondrá al frente del partido en un congreso que, en principio, llega más agitado de lo previsto, debido al malestar que ha suscitado entre parte de la militancia la redacción de la ponencia estatutaria que se debatirá y votará en la apertura del congreso, convocada para este sábado en Bilbao.
NAVARRA, UN TERRITORIO MÁS El principal motivo de discrepancia reside en que la ponencia encargada por la ejecutiva nacional de Aralar elimina de los órganos internos del partido el ámbito de decisión propia de Navarra, para equipararlo a un territorio más como son los otros tres que conforman la Comunidad Autónoma Vasca. Se trata, en definitiva, de poner fin a uno de los principios fundacionales de Aralar, que siempre ha respetado los ritmos y toma de decisiones propios de Navarra. La ponencia estatutaria llega al congreso con una enmienda a la totalidad para su devolución, suscrita por 12 significados afiliados de Navarra, muchos de ellos integrantes de la ejecutiva.
La ponencia estatutaria objeto ahora de discusión centraliza todo el poder decisorio en la dirección nacional del partido, algo con lo que discrepan quienes defienden la enmienda. Entienden excesiva la centralización de funciones y de poder en la ejecutiva, justo ahora cuando la sociedad camina por el lado contrario y demanda más participación en estas cuestiones. También cuestionan el procedimiento utilizado para introducir cambios estatutarios tan profundos. Consideran que este tipo de modificaciones hubiera requerido de un anuncio y debate previos.
El rechazo a estas modificaciones, sin embargo, no parece que tenga muchas posibilidades de prosperar. Habrá que esperar primero al desarrollo de la jornada inaugural del congreso, en la que se someterán a debate y votación todas las enmiendas presentadas a la ponencia estatutaria. - J.Encinas