Gasteiz - El Gobierno Vasco acogió ayer con el máximo respeto la decisión adoptada por el president de la Generalitat, Artur Mas, de adecuar la consulta al estrecho margen que le permite el portazo del Tribunal Constitucional, aunque con la seguridad de que este acuerdo no pondrá fin al conflicto.
El portavoz del Ejecutivo autonómico, Josu Erkoreka, entiende que una vez suspendidos tanto la ley catalana de consulta aprobada en el Parlament como el decreto del Gabinete Mas, la nueva maniobra ejecutada por el president mantiene como objetivo “dar salida a una aspiración social y democrática masiva”. Y para ello, el recorrido debe circunscribirse al estrecho sendero que dibujan los artículos que lograron esquivar el veto judicial.
Solo así podrán los catalanes participar en una consulta que se ciña al “marco de la legalidad” y cuente con “plenas garantías”, dos condiciones las señaladas por Erkoreka que son fundamentales para el Gobierno Vasco, según han dejado patente en repetidas ocasiones el lehendakari, ante el reto de una futura consulta a la ciudadanía vasca como paso decisivo en la consecución de un nuevo estatus.
Además, Erkoreka destacó que el giro obligado en la estrategia de Mas no responde a una mera improvisación, sino que se corresponde con el enunciado aprobado por el Parlament el 16 de septiembre, donde se ponían en valor estos dos parámetros ligados a la legalidad y las garantías del resultado. El también consejero de Justicia valoró que Mas trata ahora de apurar las posibilidades en su mano para dar la palabra al pueblo catalán y que así tenga la oportunidad de expresar su posición “política y democrática”, aunque asumió que las limitaciones impuestas desde el tribunal, a instancias del recurso presentado por el Gobierno español, impedirán poner fin a las demandas de la ciudadanía catalana.
A lo largo del extenso proceso catalán, el Ejecutivo vasco ha querido en todo momento mostrar la solidaridad con este pueblo -PNV y EH Bildu hicieron valer recientemente su mayoría parlamentaria para aprobar un acuerdo en este sentido-, pero sin obviar en ningún instante que Euskadi debe recorrer su propia vía.
Estas diferencias volvieron a hacer ayer acto de aparición cuando Erkoreka alejó ambas realidades al valorar las referencias de Mas al “adversario” que ve en el Estado español. Este adjetivo no casa con la estrategia conciliadora que desde su llegada a Ajuria Enea ha desarrollado el lehendakari, Iñigo Urkullu. Por ello, el portavoz de su gabinete optó por ceñir las palabras de Mas a un escenario “muy concreto” que está atravesando Catalunya y destacó que, hoy por hoy, resulta “muy difícil tratar de extrapolar esa realidad a la situación vasca”.
Sin salir de la esfera jeltzale, el portavoz de este partido en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, defendió la “responsabilidad política” con la que ha actuado el president Mas para cumplir el acuerdo del Parlament, además de incidir en que “quienes piensan que poniendo obstáculos a la manifestación libre del pueblo catalán el problema nacional de Catalunya se ha acabado, se equivocan; el problema sigue ahí y el Gobierno español debe enfrentarlo”.
Mientras, en Bruselas, la vicepresidenta del grupo Alde, Izaskun Bilbao, aprovechó un acto a favor de la consulta que acogió ayer el Parlamento Europeo para trasladar su apoyo a las decisiones que adopten las instituciones catalanas en este proceso.