madrid - El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, recordó ayer a Artur Mas que son los Mossos d’Esquadra los encargados de mantener el orden público en prevención de manifestaciones tras la decisión del Tribunal Constitucional de suspender la consulta soberanista prevista en un principio para el 9 de noviembre.
Ante la respuesta por parte de los partidos que habían diseñado la hoja de ruta de cara al 9-N, Fernández Díaz quiso ayer dejar claro que corresponderá a las autoridades catalanas hacer cumplir el dictamen del TC y evitar “desordenes públicos”. “España es un Estado de Derecho y las leyes se cumplen y se hacen cumplir”, manifestó el responsable de Interior del Gobierno español. Fernández Díaz, sin embargo, rehusó detallar si actuarán las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para evitar actos ilegales o si se enviarán refuerzos de la Policía a Catalunya.
A juicio del ministro, con la sentencia del TC se ha cerrado la vía jurídica. “Está suspendida la convocatoria a todos los efectos y los actos encaminados a tal fin. Tenemos la confianza de que Mas cumplirá lo que dijo, él siempre habló de una consulta legal”, apostilló.
Pese que Fernández Díaz dio por cerrada la cuestión con el dictamen emitido por el alto tribunal de garantías, desde el Ejecutivo de PP siguen lanzando serías advertencias al president del Govern catalán. Así el ministro del Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo -el mismo que hace dos semanas no descartó la posibilidad de suspender la autonomía catalana- se encargó ayer de recodar a Mas que la consulta no se puede celebrar.
Si el pasado viernes el presidente español, Mariano Rajoy, de viaje oficial en China, echó mano de proverbios, ayer Margallo optó por las metáforas marinas. “El presidente Mas sabe que nunca se puede navegar contra el viento, cuando el barco se pone contra el viento no se avanza, se retrocede y yo espero que el presidente Mas no quiera que Catalunya retroceda y pierda una situación de privilegio como la que ha tenido estos años de recuperación de libertades, de prosperidad y de pleno reconocimiento de las señas de identidad del pueblo catalán”, manifestó.
Asimismo, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, aconsejó a Mas que se tome en serio la decisión del TC, porque -advirtió- “esto no es un juego”. Tras mostrar su confianza en los órganos del Estado, el dirigente popular avisó al president del Govern de las consecuencias de su actuación. “Le vemos sobreactuar e incluso hacer teatro [Artur Mas], pero las consecuencias de lo que hace son muy serias, en términos de pérdida de oportunidades para Catalunya y de fractura y división con el resto de España”, ha manifestado Alonso, antes de avisar a Mas de que “esto no es un juego”.
En esta misma línea, el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, mostró su deseo de que la Generalitat acate la decisión del Tribunal Constitucional de suspender la consulta del próximo 9 de noviembre y, por lo tanto, el presidente Mas “actúe en consecuencia”. A juicio de Posada fue clave la celeridad con la que dictaminó el Constitucional. “Estas decisiones, cuanto antes se tomen mucho mejor”, sentenció. - DNA