BILBAO - Al margen de sendas demandas de paternidad y otra por su presunta participación en la denominada trama civil del golpe de Estado del 23-F, a Juan Carlos de Borbón se le amplían los frentes pese al exitoso esfuerzo del Gobierno español por aforarle apresuradamente. Un ciudadano vasco, Iñigo Landa Larrazabal, presentó a última hora de ayer en los juzgados de Bilbao una querella contra el monarca por “enriquecimiento indebido y alzamiento de bienes”, a tenor de la información publicada, por ejemplo, por la prestigiosa revista Forbes, donde se recogía que quien ha ejercido el reinado español durante 39 años ha amasado en este periodo un patrimonio que ronda los 1.790 millones de euros.
Landa entiende que la familia real ha dado por buena ésta y otras informaciones -el canal estadounidense NBC y el diario The New York Times han situado su fortuna personal entre los 2.000 y los 1.680 millones de euros- y que como con lo suscrito en su último libro por la periodista Pilar Urbano acerca del 23-F, la monarquía española nunca se ha querellado para preservar su buena imagen o la verdad. Así, “como quien calla, otorga”, Landa solicita una inspección de Hacienda que aclare este aspecto -solamente son exigibles los últimos cinco años tributariamente hablando-, que pueda clarificar en cierta forma “con qué fortuna llegó al cargo del rey y con cuál se marcha”. Ateniéndose a la “prueba del silencio” de la institución y de la figura del rey, este ciudadano, aunque vislumbra que la causa será archivada, abre esta espita para poner sobre la mesa la conducta del rey en esta materia. - I.S.M.