BRUSELAS. Meyer renunció hoy a su acta de eurodiputado y a sus cargos ejecutivos en el PE para eliminar, según dijo en una conferencia de prensa en Madrid, cualquier "sombra de duda" relativa a que desconocía que el fondo de pensiones de la Eurocámara estaba vinculado a una Sicav.
Una sociedad de inversión variable o Sicav es un instrumento financiero de inversión colectiva, en la que sus inversores tienen derecho en todo momento a solicitar el pago en efectivo de sus aportaciones, y que de manera general gozan de ventajas fiscales en los tributos de sus plusvalías.
Según el PE, el fondo se creó en 1990 por un grupo de entonces eurodiputados y al que se han ido añadiendo sucesivos parlamentarios europeos, incluidos los actuales líderes del Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano, respectivamente, indicaron portavoces de esas formaciones políticas en Bruselas.
Las mismas fuentes indicaron que "no podían precisar" cuántos otros miembros de sus partidos se incluían en esa Sicav.
La Eurocámara precisó hoy que en junio de 1990, al constituirse el fondo de pensiones y ante la falta de un régimen común, la Mesa del Parlamento Europeo aceptó colaborar con ese fondo complementario de pensiones.
En aquella época, los sueldos, cobertura y prestaciones sociales de los eurodiputados dependían de cada Estado miembro y sus normas nacionales, explicaron las fuentes.
La fórmula escogida para este sistema complementario pensiones fue una Sicav, que el PE insiste "es absolutamente legal y se utiliza frecuentemente para sistemas complementarios de pensiones", dice el comunicado.
El PE justificó que esa sociedad se creara en Luxemburgo porque en este país está la sede de la Secretaría General del Parlamento Europeo y desde allí se gestionan los fondos financieros de la institución.
Agregaron que la Mesa del Parlamento Europeo salió de ese fondo en 2009, al considerar que con la entrada en vigor del nuevo Estatuto del Eurodiputado, los salarios y prestaciones sociales -incluidas las pensiones- pasan a depender de las instituciones europeas.
"Es entonces cuando el PE decide terminar con las aportaciones al fondo, al entender que las pensiones quedan garantizadas de manera homogénea para todos los miembros", señala el comunicado.
Agrega que "desde ese instante, cesan las aportaciones al fondo así como la incorporación de nuevos eurodiputados al mismo".
Fuentes parlamentarias dijeron a Efe que en ese momento "los eurodiputados fueron informados de la decisión del PE de retirarse del fondo" y que en consecuencia, de forma privada, podían decidir si continuaban sus aportaciones o no.
Agregaron que "el fondo desaparecerá, cuando se jubile el último de sus miembros, a los 63 años", la edad estipulada para ello por la Eurocámara.
El PE insistió en que "como es lógico todas las prestaciones obtenidas a través del sistema complementario de pensiones deben declararse y están sujetas a tributación nacional".