madrid - El diputado vizcaíno Eduardo Madina ha superado con buenas noticias el ecuador de la recogida de avales que le permitirán ser candidato a dirigir el PSOE. Un sondeo le da una ventaja considerable entre los que se declaran votantes socialistas, aunque serán solo los militantes del partido quienes decidirán el 13 de julio en la urna el nombre del nuevo secretario general de la formación que sustituirá a Alfredo Pérez Rubalcaba.

Una encuesta publicada ayer por El Mundo apunta a que las preferencias de los socialistas pasan por Madina. Un 35,5% de los simpatizantes consultados lo eligen, por encima del también diputado Pedro Sánchez -a considerable distancia con un 16,7% de las preferencias-, y seguido a mucha distancia por José Antonio Pérez Tapias, de la corriente Izquierda Socialista (6,2%), y Alberto Sotillos, con un apoyo del 4,7%. El diputado vasco saca las mejores notas en todos los apartados, no solo en el del preferido para liderar el PSOE. También es el más conocido, quien según los encuestados tiene más capacidad de liderazgo, es más eficaz en la gestión, honesto o progresista.

Sin embargo, la mayor cantidad de simpatizantes socialistas aún no sabe o no contesta sobre quién quieren que lidere el partido, llegando este porcentaje hasta el 36,9% de los entrevistados. Esta circunstancia sumada al hecho de que Pedro Sánchez está aumentando progresivamente su presencia pública -hace unas semanas el diputado madrileño era desconocido incluso para gran parte del PSOE, mientras que el vasco lleva una larga carrera en primera línea en el Congreso-, impide al entorno de Eduardo Madina lanzar las campanas al vuelo.

Andalucía, con sánchez De hecho, la candidatura del diputado vizcaino quiere ser muy prudente a la hora de anticipar el número de avales que obtendrá el próximo viernes, día en que concluye el plazo de recogida de firmas de los militantes. Saben que con una votación abierta y secreta en urna quien obtenga más avales en este primer periodo puede perder en la votación concluyente del 13 de julio, y viceversa.

Lo que no se puede negar es que las candidaturas están echando el resto en cada una de las comunidades para rascar más avales con los que presentarse a la contienda desde una posición de fuerza. Tanto la dirección de Ferraz como las de las federaciones territoriales -también la ejecutiva del PSE- han prometido neutralidad en este proceso, pero algunos aparatos regionales no pueden evitar mostrar su respaldo oficioso a uno u otro candidato. Madina, por ejemplo, cuenta con el respaldo de Extremadura y Cantabria, y posiblemente es mayoritario en Catalunya.

Pedro Sánchez, por su parte, es el candidato de la potentísima federación andaluza. Sus 45.655 militantes la convierten en el mayor caladero socialista y podría ser determinante en la votación del 13 de julio. Los responsables del PSOE de la provincia de Sevilla reconocían sin ambages la semana pasada que el 95% de sus cargos orgánicos y públicos apoyan al diputado madrileño.

No cabe duda de que la baronesa andaluza, Susana Díaz, ha tomado ya partido por el madrileño, eso sí sotto voce, molesta porque Madina se negó a retirarse de la contienda, lo que impidió a la andaluza el paseo militar hasta Ferraz que tenía previsto. Díaz tratará de "pastorear", como ella dice, a sus militantes para que tomen la dirección de Pedro Sánchez.